Nuevas reglas en 2ª inquietan a deté lila
Manuel Suárez manifestó su molestia por las restricciones de edad del torneo, apuntando que dichas medidas nivelan hacia abajo la competencia.
Pese a que aún no es definitivo dónde jugará Deportes Concepción durante esta temporada, ya sea en Segunda División o en Primera B (se está a la espera de los fallos y apelaciones en caso Deportes Melipilla), en la tienda lila se ponen en todos los escenarios posibles.
Y por lo mismo, el entrenador morado, Manuel Suárez, se refirió a la polémica que ha tenido el futuro campeonato de Segunda División (donde hoy por hoy está el Conce), torneo que primero fue declarado exclusivamente para jugadores sub 23, pero que luego, y en medio de las amenazas de paro en el fútbol chileno, tomó nuevos rumbos y nuevas reglas. Entre ellas, que en la plantilla de cada partido los equipos deberán incluir a ocho jugadores Sub 25, ocho jugadores de cualquier edad y dos jugadores Sub 21. Mientras que en cancha en cada partido, el equipo titular deberá estar compuesto por cinco jugadores Sub 25, cinco futbolistas de cualquier edad y un jugador Sub 21.
Difícil aplicar
Dichas modificaciones no convencen al entrenador de los lilas, quien no eludió las críticas hacia el nuevo sistema acordado por la mayoría de los clubes de Segunda División esta semana.
"Esto afecta a un grupo importante de futbolistas. Segundo, creo que es una complicación tremenda. Y pongo un ejemplo: supongamos que un defensor se lesiona y es Sub 25 y en la banca, el defensor que tengo es de libre edad, ¿qué hago? ¿cómo resolvemos el tema?", planteó Suárez. "Tendría que tener en la banca 11 futbolistas más. Que hayan cinco y cinco, más el Sub 20 y el arquero, como para poder tener más o menos las soluciones porque si no, también va en desmedro de la competencia, no solo del equipo nuestro o del equipo rival", añadió el técnico, enfatizando que con estas modificaciones "la competencia termina siendo más mala".
En el Sifup, en tanto, no descartaron mantener el llamado a paro, pues apuntaron que el acuerdo no consideró la voz de la entidad sindical, y que las restricciones continúan atentando contra la libertad de contratación.