"El trabajo en equipo es la clave para el cirujano"
Ricardo Funke Aguilera, destacado médico cirujano de Concepción, fue condecorado por sus propios pares con el premio "Espíritu Sanatorio", por su vocación y excelencia.
Vocación y trabajo, son dos de las palabras que mejor definen la extensa trayectoria de Ricardo Funke Aguilera, médico cirujano de Concepción, quien por estos días recibió un merecido reconocimiento de parte de sus propios pares. Una distinción que lo tomó de sorpresa, en medio de la conmemoración anticipada del Día del Médico, instancia que se vivió en el lugar donde por varias décadas ejerce como cirujano, el Sanatorio Alemán.
"Es un estímulo para todos los colegas médicos. Acá hay muchísimos con los méritos suficientes para tener este reconocimiento, no soy el único, hay muchísimos que lo pudieran merecer", dijo el profesional, de 77 años, homenajeado con el premio "Espíritu Sanatorio Alemán".
"Este premio significa algunos detalles, cosas básicas como saber trabajar con seguridad, con respeto, con excelencia, calidez, empatía y muy importantemente el trabajo en equipo. Son temas que se aprecian para entregar este reconocimiento. Alguien dice que, cuando a uno lo quiere el 51% de las personas, lo quiere la mayoría", bromea.
Y por lo mismo, le otorga un amplio valor al trabajo en equipo, tanto como la labor personal. "El trabajo en equipo con el que se cuenta es fundamental, sin esos equipos los cirujanos no podemos existir. Solo puedo decir que el trabajo en equipo, con los colegas, con todos quienes lo rodean; enfermeras, colaboradores, son cada vez de mejor calidad; todo ello hace que la medicina sea algo muy desafiante, pero que se logra enfrentar en los tiempos modernos con mejores recursos que antes, cuando los recursos hospitalarios eran más escasos; no se disponía de las UCI modernas con que se cuenta ahora, todo eso es fundamental", agrega.
Sello penquista
Todo eso lo ha plasmado a lo largo de su extensa trayectoria en los pabellones de Concepción, su ciudad natal. "Soy de Concepción, amo la región y no me imagino vivir en otra parte", sostiene Funke.
Ingresó al propedéutico de la Universidad de Concepción, logrando posteriormente su admisión a la carrera de Medicina. Durante sus años universitarios, destacó no solo por su rendimiento académico, sino también por su participación en actividades deportivas, sociales, humanitarias y cristianas. Trabajó en policlínicos, rondas rurales y programas de educación en salud para la población más necesitada. Amante de la guitarra y el folclor, participó en peñas universitarias, mostrando una personalidad inquieta y llena de sueños.
Al finalizar su internado, conoció a Violeta Hinojosa, estudiante de segundo año de Medicina, con quien se casó y formó una familia de cuatro hijos profesionales: Carlos, Ricardo, Silvia y Pamela. Actualmente, disfruta de la alegría de sus seis nietos. "Mi vida está rodeada de la medicina, tengo hijos médicos, yernos médicos, cuñados médicos, consuegros médicos", expresa.
Su etapa como médico general de zona lo formó como un profesional integral, desempeñándose en diversas áreas como pediatría, ginecología, medicina legal, cirugía e incluso como internista. Este bagaje lo condujo a especializarse en cirugía en el Hospital El Salvador. En 1980, retornó a Concepción, donde ejerció hasta la fecha. En 1990, perfeccionó su formación en Inglaterra, especializándose en laparoscopía digestiva y trasplante hepático, lo que le permitió innovar en la cirugía digestiva en la región y liderar el equipo de cirugía digestiva alta del Hospital Clínico Regional de Concepción.
"La evolución siempre ha sido favorable, hoy hay más equipos quirúrgicos, hay más tecnología, hay mayor acceso de los colegas para formarse tanto en Chile como en el extranjero, hay más profesionales, yo creo que acá no corre el dicho que todo tiempo pasado fue mejor", apunta, comparando la medicina en sus inicios hace más de cincuenta años, con lo que enfrenta últimamente.
"He llegado a operar a pacientes de noventa años. Aunque yo siempre digo, la edad no es un problema numérico, es un problema de calidad de vida. Hay personas de 80 años que están en excelentes condiciones, así como hay personas de 60 años que tiene muchas enfermedades concomitantes y obviamente su calidad biológica no es la misma. Por eso digo que la edad cronológica no es problema, lo que importa es la edad biológica", explica.
En ese sentido, predica con el ejemplo, pues a sus siete décadas sigue asistiendo al gimnasio, hace deporte y lleva una vida sana. "Si uno se cuida, se alimenta de forma saludable y no comete excesos, tiene una mejor posibilidad de defensa frente a todo. En mi caso me gusta leer y hacer deporte. He hecho de todo un poco, hoy hago deporte más bien personalizado, voy al gimnasio. No fumo, eso es una gran cosa", puntualiza.