Contador creó pyme en la que produce trofeos y decoración con piezas de autos
Tras dos décadas trabajando en oficina y fracasar como constructor, Pedro Pérez vio en las partes de un motor en desuso una nueva chance de emprender. A ese propósito lo llamó Deco Car House.
Ignacio Arriagada M.
El 2019 Pedro Pérez experimentó el fracaso. La constructora de casas prefabricadas que había iniciado junto a su padre, Pascual, no aguantó si quiera un año ante tanta competencia y quebró. Lo único que quedó de ese emprendimiento fueron herramientas y máquinas almacenadas en el patio de su casa, en Puente Alto. A pesar de la angustia que aún lo embargaba, este padre de dos hijos sabía que no había tiempo para estancarse y buscó empleo en lo mismo que había hecho en las dos décadas anteriores.
"Yo soy contador, por lo tanto, busqué pega en mi área y hallé como en marzo de 2020. Esto obligó a que el personal, incluido yo, trabajaramos desde la casa y eso fue fuerte para mí porque cada día veía las herramientas en mi casa y no sabía qué hacer con ellas", recuerda Pedro, de ahora 43 años.
Venderlas o arrendarlas. Esas fueron las dos opciones que Pedro barajó para sacar algún rédito a los utensilios. Sin embargo, dado el confinamiento que había en aquel momento en el país nada resultó. Viendo otras opciones llegó a YouTube. En esa plataforma dio con un video que le devolvió el entusiasmo, que tanto lo caracterizaba.
"El video mostraba a un hombre estadounidense que hacía una mesa con una llanta de auto en desuso. Me pareció increíble porque la mesa quedó espectacular y porque era súper novedoso", asegura Pérez.
Apenas finalizó el video, Pedro encontró en internet una llanta que estaba golpeada y la compró. Al día siguiente, este elemento ya estaba en el taller. ¿El objetivo? Utilizar las herramientas y, con ellas, replicar la mesa.
"Pulí la llanta con un esmeril hasta que recuperara su forma y luego la pinté. Compré el vidrio, que me costó encontrar porque estaban todos los negocios cerrados por el covid, y lo puse encima de la llanta (...) Cuando comparé la mesa que hice con la del video, no lo podía creeer. Me quedó mucho mejor. La tuve en casa una semana y luego se la ofrecí a un amigo. Me la compró por $60.000", dice.
El gran salto
Las buenas opiniones acerca de las mesas incentivaron a Pérez a ir por más y a convencerse que existía una oportunidad de negocio. Estudió algunos métodos de confección y diseñó nuevos productos. Con todo en mente, contactó a amigos y a conocidos que tenían talleres automotrices para que le regalaran piezas en desuso.
"Me dieron pistones, discos de freno y prensas de embrague. Con ellas hice relojes murales y de escritorio, además de perfeccionar las mesas. A finales de 2021 ya tenía dos líneas de producto que comenzaron a ser furor entre mis amigos y conocidos", precisa el emprendedor.
En noviembre de ese año, un mensaje de WhatsApp dejó atónito al contador. El organizador de un evento automotriz le dijo que había visto los relojes de pistón y le consultó si podía adaptarlos a una especie de trofeo.
"Sin saber cómo hacerlo, yo le respondí que sí. Logré sacar los trofeos, que eran con una base de madera, una placa y un reloj de pistón (...) Luego, yo mismo fui a dejar los trofeos al evento, en Codegua. Puse los trofeos sobre una mesa y la gente y los pilotos, sin esperarlo, se acercaban a comprar mis productos y a preguntar cómo los hacía. No creían que era chatarra reciclada. Fue una jornada donde exhibí y me hice relativamente conocido. Ahí bauticé mi pyme como Deco Car House", detalla Pérez.
En poco tiempo, el celular del emprendedor no dejó de sonar. Particulares y productores de otros eventos querían más galardones. Para solventar la demanda, la esposa de Pedro lo ayudó a hacer nexos con talleres y chatarreros de la Región Metropolitana para obtener las piezas de los motores.
Deco Car House partió el 2022 entregando más de cien trofeos en San Antonio, El Tabo, Arica, Temuco, Los Ángeles y otras ciudades.La expansión fue explosiva.
"Este crecimiento vino justo cuando tuvimos que retomar la presencialidad en el trabajo. Eso no me favorecía porque debía ir a la oficina, en Las Condes, y en las noches y hasta la madrugada tomaba los pedidos, diseñaba y confeccionaba. Cuando calculé que mi pyme me estaba generando los mismos ingresos que mi pega como contador, decidí renunciar a esta última", cuenta Pedro.
El 2023 fue de consagración en el mercado: 150 galardones semanales para eventos en todo el país. Ese año, la pyme facturó más de 50 millones de pesos. Gran parte de esos recursos fueron invertidos el 2024 en máquinas para grabado, corte y soldadura. Asimismo, arrendó un galpón en Pirque y se contrataron dos personas, quienes apoyan en labores de marketing y diseño.
Actualmente, el emprendimiento de Pedro Pérez cuenta con varias líneas de producto: galardones, relojes, lámparas y mueblería para el hogar (mesas, puff y pisos). En cuanto a recolección y reutilización, la pyme ha alcanzado los 40 mil kilos de residuos automotriz.
"Demostramos y seguiremos demostrando que con chatarra se pueden hacer muchas cosas", declara el fundador de Deco Car House.