Gremios y oposición critican insistencia del Presidente por la reforma tributaria
La derecha acusó que el Gobierno sólo se preocupa de "cobrar más impuestos". El oficialismo valoró el discurso presidencial.
Matías Gatica Lindsay
La segunda Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric tuvo anuncios en diferentes materias, como salud, educación y seguridad. Sin embargo, en 10 ocasiones durante su discurso el mandatario añadió que para llevar a cabo los proyectos en esas y otras áreas era necesaria la aprobación de la reforma tributaria, la que dijo que ingresaría al Senado a fines de julio. Desde la oposición y gremios productivos criticaron la insistencia en esa iniciativa y pidieron más medidas pro inversión.
En su alocución, el mandatario dijo que era necesaria la aprobación de esta reforma -rechazada este año en la Cámara- para llevar a cabo las medidas de sala cuna universal; reducción de lista de espera en un 40%; pago de deuda histórica de profesores; condonación del CAE; la creación del Sistema Nacional de Cuidados y centros para víctimas de violencia sexual; y el fortalecimiento de las instituciones de orden público, para lo que llamó a la unidad de los sectores para respaldarla.
Desde la oposición dicho llamado no fue recibido de la mejor forma. El presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), dijo que "la situación económica de Chile hoy es muy difícil. Tenemos un Imacec a la baja, un desempleo al alza. El Banco Central nos dice que los chilenos estamos como hace 10 años en materia económica. Yo pensé que iba a ver una agenda de crecimiento y desarrollo y me doy cuenta que todo fue aumentar los impuestos".
A ello sumó que "me hubiera gustado una agenda que ayudara a los emprendedores y a las pymes (...) más que una lógica tributaria".
El senador y presidente de RN, Francisco Chahuán, afirmó que "estamos creciendo sólo más que Haití. Tenemos un problema muy complejo que resolver y el Presidente no ha dado una señal de mejoramiento de condiciones de empleabilidad en el sector privado, sólo se ha preocupado de engordar el sector público, que no es la vía correcta".
Mas tarde, agregó a 24 Horas que "hoy la reforma tributaria no cuenta con nuestra aprobación (...) El país no está en condiciones de aprobar una medida pro tributo".
El presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, dijo a CNN que le llamó la atención que "todas las medidas estuvieran circunscritas a una reforma tributaria". A su juicio, "la gente se entusiasma con los programas, pero la letra chica dice que va de la mano con que se apruebe la reforma para lograr una mayor recaudación, lo que sabemos es poco probable, tanto que se apruebe como que logra una mayor recaudación... más ad portas de una recesión".
No sólo la derecha expresó reparos hacia la reforma, sino también algunos gremios productivos. Según el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Jorge Riesco, "la insistencia en la reforma tributaria representa un riesgo importante para lograr los objetivos planteados de aumento de inversiones y de mayor crecimiento económico. En este sentido, esperamos que el diálogo que se genere durante la tramitación permita corregir los problemas que presentó la iniciativa cuando fue rechazada por la Cámara".
La Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), en tanto, emitió un comunicado en el que afirmó que "escuchamos hoy en varias oportunidades que los principales escollos que tiene Chile se van a solucionar en la medida que se logre aprobar una reforma tributaria. Eso es una gran falacia. Para mejorar la vida de las personas y otorgarles bienestar el único camino y el más eficiente es con crecimiento e inversión".
Defensa oficialista
Desde el Gobierno, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, defendió la idea de reactivar la reforma, pues cree que "no podemos esperar que el litio pueda resolver necesidades tan importantes como estas. Es evidente que si no tenemos los recursos de la reforma tributaria no podemos cumplir con el gasto". Agregó que hoy para atraer la inversión "lo más importante es despejar el tema tributario, dejar la incertidumbre, tal como lo hicimos en el royalty minero, e incorporar en la reforma el incentivo a la inversión, que está comprometido".
El presidente de la Cámara de Diputados, Vlado Mirosevic, coincidió en que "sin reforma tributaria se hace muy difícil poder avanzar en cuestiones donde la ciudadanía quiere que se avance. Entonces la reforma es una prioridad, no un capricho".
La expresidenta, Michelle Bachelet, sostuvo que era necesario llegar a un pacto fiscal. "Es refácil hablar de seguridad ciudadana si no están los recursos, es fácil decir mejoren las pensiones", señaló.
Bebidas
Durante la Cuenta Pública, el diputado RN Jorge Durán exhibió dos botellas de bebidas gaseosas. "En la cuenta pública escuchando el mundo de Bilz y Pap", escribió en Twitter, aludiendo al antiguo slogan de las marcas: "Un mundo de fantasía".
No sólo las menciones a la reforma tributaria fueron criticadas desde la oposición. El diputado Republicano Luis Sánchez aseguró por Twitter que el mandatario quedó corto en medidas de seguridad, que "es lo que Chile demanda". A ello se plegó la prosecretaria del partido, Macarena Bravo, quien señaló que "el año pasado el Presidente prometió 16 medidas para abordar la crisis de seguridad, no cumplió. Hoy Chile es más pobre violento e inseguro que hace un año".
En el oficialismo la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, dijo que fue "una Cuenta Pública con altura de miras, que llama al diálogo y al entendimiento"; su par del PPD, Natalia Piergentili, valoró el "tono constructivo del jefe de Estado"; el secretario general del PC, Lautaro Carmona, destacó que se hablara de la deuda histórica de los profesores; y los partidos del Frente Amplio también hicieron un balance positivo del discurso.