"Reality animal" en Nonguén: graban a zorros y gatos güiñas
El departamento de Áreas Silvestres de Conaf trabajó en Reserva Nonguén para ver estado de la biodiversidad.
Conocer el movimiento de varias especies de fauna silvestre y monitorear las posibles amenazas fueron parte de los objetivos de la Corporación Nacional Forestal en su monitoreo de la Reserva Nacional Nonguén, a través de cámaras trampa.
La presencia del ser humano en la reserva aleja a los animales, por lo que no es posible realizar un registro en terreno y obtener resultados exitosos en esta materia.
Es por esto que el departamento de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf instaló 30 cámaras en varios puntos de la zona, con el fin de obtener fotos y videos de los animales en su comportamiento natural.
Alberto Bordeu, jefe regional del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf, contó cuál fue el objetivo de tomar estos registros en la Reserva Nonguén.
Explicó que se obtuvo un total de 6 mil 942 videos, de los cuales mil 797 corresponden a registros de fauna, en los que se identificaron 10 especies de mamíferos, 16 especies de aves y dos reptiles.
Asimismo, se destacó que dentro de las aves, destaca la presencia del hued hued, chucao y rayadito, aves emblemáticas de esta reserva nacional, así como también registros de chuncho, concón y huairavos, que son aves difíciles de fotografiar.
"Este es un proceso en el cual ya estamos involucrados desde el 2018, que hacemos entre primavera y verano, que busca monitorear la fauna silvestre que tenemos en la Reserva Nacional Nonguén, pero que es un método común para todas las áreas protegidas de Chile", dijo Bordeu.
Sobre los objetivos del trabajo, el experto dijo que "nos interesa registrar y conocer la presencia y distribución de las faunas en las especies protegidas y poder detectar amenazas, ya que la probabilidad de que un humano se encuentre con fauna silvestre es baja. Es por eso que las cámaras tienen la ventaja de ser un artefacto tecnológico de video o fotográfico para instalarse en un lugar y que se activa con un movimiento a cierta distancia, de acuerdo a como esté programada".
El jefe regional señaló que la tarjeta de memoria almacena las fotos que se toman de día y de noche y que registran la fecha, la temperatura y las coordenadas, lo que significan datos muy valiosos.
"Este es el tercer monitoreo. Con esto ya podemos conocer si una especie de fauna silvestre se expande o se reduce en su área de distribución", explicó.
Conaf realizó un plan de manejo que identificó tres objetos de conservación que son valiosos: zorro culpeo, pudú y güiña.
"Los guardaparques se encargan de instalar y retirar las cámaras. Es un trabajo arduo porque la altura del artefacto depende del animal que se quiere registrar. No es el mismo proceso para un huemul que para un ave. Asimismo, hay que identificar el árbol", describió.
Bordeu señaló que este sistema está instalado en 60 puntos, a través de 30 cámaras que se colocan en diferentes lugares y que se dejan por un mes o más. Posterior a ello, viene la tarea de analizar los registros, lo que toma mucho tiempo.
"Hay que revisar esos casi 7 mil videos, que en promedio cada uno dura 15 segundos, lo que es bastante labor. Asimismo, hay que realizar un trabajo de limpieza de la cámara porque pudiera existir alguna ramita que el viento pueda mover y la cámara se active".
La detección de amenazas fue clave en el trabajo de Conaf. El jefe del departamento de Áreas Silvestres Protegidas señaló que, entre ellas, están "los seres humanos, conejos, perros y el ganado doméstico. Sin embargo, con los monitoreos realizados nos hemos dado cuenta que los perros han estado presentes en todos ellos y que su presencia ha aumentado bastante. Asimismo, nos permitió descartar la amenaza del ganado doméstico".
Finalmente, señaló que "los perros pueden atacar a los pudúes. Por eso es importante saber su ubicación, para saber si coincide con el lugar en donde están las especies protegidas, o bien, están más alejadas, lo que significaría un menor problema. Lamentablemente, el número de perros es alto".
"Este trabajo nos permite detectar las posibles amenazas para las especies".
Alberto Bordeu,, Conaf