Manuel Muñoz González

Están en un momento crucial de sus carreras, y por eso en los clubes no quieren que la pandemia sea la piedra de tome en el desarrollo formativo de sus futuros cracks, o en el salto al profesionalismo.

Dado a la ausencia de campeonatos del fútbol joven, donde mucho talento están perdiendo mucho sin el roce propio de entrar a la cancha, los clubes se la han jugado por subir a sus planteles estelares a sus valores jóvenes, tanto para engrosar las filas del plantel, como para ser parte de los llamados "sparring", a fin de que se mantengan en ritmo de competencia y sigan con todo en su camino al profesionalismo.

Tanto en Huachipato como en la Universidad de Concepción ha ocurrido dicho salto, donde 10 a 12 jugadores fueron integrados a sus planteles, lo que demuestra el valor que le otorgan a sus fuerzas formativas.

Carlos Felipe Pedemonte, jefe del fútbol formativo del Campanil, detalló el trabajo que se viene haciendo con las series juveniles, en especial aquellos que ya asoman en el fútbol grande.

"La preocupación es constante y permanente con el fútbol joven, hemos tenido que adaptar las formas en esta pandemia, para aprovechar de mejor manera el tiempo. En el caso de los jugadores que están más cerca de dar el paso al profesionalismo, hace varios meses, los integramos como parte del plantel profesional, como sparring, 10 a 12 jugadores, con todas las autorizaciones y aspectos legales que implica esta época de pandemia", explicó Pedemonte.

Añade que el trabajo con todas las series una preocupación permanente en la política del club, y que se ha seguido trabajando con todas las categorías. "Seguimos aprovechando las instancias virtuales, vía Zoom, tenemos un programa extenso de entrenamientos técnicos, tácticos, físicos, sicológicos, desarrollo de hábitos, de autocuidado, es algo que venimos haciendo desde marzo del año pasado", recalca.

Y cada serie y jugador se les hace un constante seguimiento, a fin de monitorear que se cumplan con los objetivos. "Ellos tienen metas que cumplir y obviamente está el autocuidado. Los procesos de formación están basados en los procesos de autoconstrucción, esto está dado por autonomía en las decisiones, los jugadores tienen parámetros generales, pero tienen la autonomía para tomar buenas decisiones, y nuestros jugadores la han cumplido, es algo que hemos visto. Cuando hemos podido hacer chequeos en los espacios que se ha podido, lo hemos constatado, entonces los muchachos han asumido su responsabilidad. Ellos saben que el tiempo pasa y no hay que desaprovecharlo. Si un jugador regresa con diez kilos de más, quiere decir que no tiene nada claro, por supuesto eso acá no ha sido el caso", enfatiza el formador de la UdeC.

dieron el salto

En ese mismo sentido, ayer la Universidad de Concepción informó del salto que dieron tres de sus jugadores formados en casa, quienes firmaron su primer contrato como profesional. Se trata de Felipe Orellana (volante, 20 años), Francisco Tapia (volante, 19 años) y Sebastián Molina (volante, 19 años), quienes incluso estuvieron en la banca en el último encuentro frente a Cobreloa en Calama.

"Los sparring que se han ido incorporando al plantel lo han hecho de excelente forma, eso habla de que la sistematización de los entrenamientos, de lo que han entregado los entrenadores, no sólo en el plano físico, sino también en el plano espiritual y cognitivo", destacó Felipe Pedemonte.

"Acá ha existido una creatividad permanente para ir generando oportunidades en momentos de crisis".

Carlos Felipe Pedemonte, jefe fútbol formativo UdeC

20.30 horas de este sábado, la UdeC recibe a Rangers en Collao por la fecha 4 de la Primera B.