"La necesidad de cambio constitucional se va a mantener"
El experto indicó que, sin embargo, en el futuro, posiblemente se discutan reformas constitucionales sin un tercer proceso, tal como los dos ya realizados en el país.
El profesor de Derecho Constitucional, Carlos Maturana, conversó con La Estrella y analizó las consecuencias del resultado del plebiscito de este domingo, que dio por ganadora a la opción En Contra con un 55% de los votos.
Los motivos del fracaso en ambos procesos constitucionales, el futuro a nivel legislativo, la legitimidad de la constitución actual y el rol de la clase política durante la última década fueron puntos sobre los que el profesor reflexionó en esta instancia.
-Cuál es su apreciación personal respecto a los resultados?
"La apreciación personal es que hay una sensación de frustración porque llevamos dos procesos constitucionales en un período corto de tiempo y finalmente no logramos avanzar. La izquierda y la derecha tuvieron mayoría en los respectivos procesos, pero no contaron con el respaldo de la ciudadanía. Los que queríamos un cambio constitucional no podemos estar alegres porque estamos frente a dos fracasos. Sin embargo, queda la sensación de alivio porque no se aprobaron malos textos, aunque seguimos con un mal texto vigente, que es insuficiente para los nuevos desafíos".
-Cuales son los próximos desafíos en materia constitucional? ¿Habrá reformas?
"Este proceso constituyente terminó. Sin embargo, la necesidad de cambio constitucional se va a mantener. No creo que nadie plantee un tercer proceso constituyente, pero la necesidad de cambio se mantiene. Me atrevería a pensar que en el corto lazo y mediano plazo habrá que consensuar políticas con cambios constitucionales necesarios. Los quorums disminuyeron a 4/7 y eso favorecería posibles acuerdos. Sin embargo, el tema es si la presión de la elección presidencial que viene dejará espacios de acuerdo o seguiremos con la polítca de trinchera en posiciones que dificultan mucho los avances".
-El resultado de esta elección legitima la actual constitución?
"El tema de la legitimidad de la Constitución de 1980 hace mucho tiempo que dejó de interesar como parte de la discusión política, tanto por las reformas que tuvo, que fueron más de 60, y porque los actores políticos de distintas posiciones han terminado defendiéndola. Creo que la discusión de la legitimidad no es relevante, pero sí lo es el reflexionar respecto a si la actual constitución es suficiente para los cambios que hay que enfrentar en el corto y mediano plazo".
-Qué ocurrirá con los temas que se discutieron en los procesos constitucionales? ¿Los rechazos signficarán que esos tópicos no se discutan?
"Hay que señalar que hubo discusiones interesantes en ambos procesos como los derechos emergentes, el tema de la huelga o el cambio climático, las pensiones, la salud, el litio. Lo que pasó en esta elección significa que el proceso constitucional sale de la agenda, pero no necesariamente los temas. Los actores políticos ya no tienen motivos para dilatar el diálogo y pueden entrar derechamente a las discusiones de fondo".
-Que responsabilidad tiene la clase política en general respecto al fracaso en ambos procesos?
"Yo creo que las éltes políticas son una expresión de este fracaso, cosa que no es nada de novedosa porque la desafección de la ciudadanía con las clases dirigentes vienen durante sus buenas décadas y no ocurre solo en nuestro país. Hay una crisis de la representación y de los mandatos representativos. En mi opinión, esto viene a confirmar la misma tendencia y hay que tomarla en serio porque los riesgos de populismo son reales en Latinoamérica. Los principales responsables son las propias dirigencias políticas tanto en temas vinculados como la transparencia y la probidad, así como también en el lenguaje y las formas en que enfrentan el debate político. Desde el segundo gobierno de la presidenta Bachelet, la virulencia de la oposición de turno con el gobierno de turno se ha transformado en un estándar. En ese ámbito cuesta mucho encontrar acuerdos. Más que obtener un resultado programático o de política pública útil, la finalidad de la acción política es derrotar al contrario para tomar el poder en la próxima elección. En mi opinión, esa es una muy mala manera de afrontar los desafíos que vienen".
-De todas formas, usted señala que no todo es negativo. ¿Por qué?
"De todas maneras no soy tan negativo, confío porque tenemos una buena base institucional, tenemos fortalezas desde lo económico y hay algunas fortalezas que nos permitirían girar el discurso político y entrar en un ambiente distinto, pero eso dependerá de los políticos".
"Las élites políticas son la expresión de este fracaso y eso no es novedad, porque la desafección de la ciudadanía viene de hace décadas".
Carlos Maturrana,, abogado y profesor de Derecho Constitucional
2 propuestas de nueva constitución fueron rechazadas por la ciudadanía.