Estudio revela alza en apuestas deportivas e incidencia del entorno en el perfil ludópata
Investigación de la Universidad de Concepción reveló que jugadores patológicos se están inclinando más por apuestas deportivas. Psicólogo porteño delinea características socio emocionales y ambientales que gatillan la condición.
El juego compulsivo, que también se conoce como trastorno del juego o ludopatía es el impulso incontrolable de seguir apostando sin importar las consecuencias que eso tenga en la vida. Apostar significa que se está dispuesto a arriesgar algo que la persona valora con la esperanza de ganar algo de mayor valor, esta acción puede estimular el sistema de recompensa del cerebro de forma similar a como lo hacen las drogas o el alcohol, lo que genera adicción.
A eso se suman otros factores que pueden incidir en el desarrollo de la patología, como condiciones familiares hereditarias, variables cognitivas y afectivas y hasta efectos químicos en el cerebro, así lo explica el psicólogo de la Univerisdad de Valparaíso, Carlos Varas.
"Primero, la ludopatía se da en un rango etario en el que existe mayor probabilidad de acceso económico, por lo tanto es más factible que sea en la edad adulta inicial media y también tardía. Es importante considerar también cuánto de la conducta, hábitos o rasgos de pautas adictivas provienen de la adolescencia, porque es posible que uno pueda ver ciertas señales que pudieron haber partido desde esa etapa de la vida y que luego se instalan en la adultez derribando esta adicción al juego", sostuvo el terapeuta.
Económica y emocional
Otra de las características que ayudan a perfilar algunos rasgos del comportamiento en relación al trastorno del juego es "cursar trastornos afectivos como cuadros depresivos o cuadros ansiosos que pudiesen formar parte de una vulnerabilidad a caer en la ludopatía porque si el estilo cognitivo de la persona va en la línea de dirigir la vida a partir de la fantasía o la ilusión y además posee la dificultad para establecer criterios de realidad respecto de la posibilidad real de poder ganar a través del juego, también es un estado vulnerable porque la fantasía se transforma en un momento de alivio para la persona para resolver las cosas", profundizó Varas.
Buscar salida a un problema económico también es un punto crucial al hablar de la condición. "Los problemas y dificultades económicas, deudas, pérdidas importantes, son situaciones donde a veces la persona, como una manera de enfrentar estas situaciones, se aferra a la fantasía que les produce la probabilidad de ganar a través del juego", dijo el psicólogo.
También, una simple tradición familiar puede ser el gatillante de la patología en alguien, "hay familias de jugadores de Lotos, de Kino, juegos de carta o póker, en que el dinero en la actividad es parte de una tradición familiar, en esos casos es muy difícil trabajar en una terapia entorno a la disminución de la conducta cuando toda la familia era jugadora. La ludopatía debiese ser interdisciplinaria, no se puede trabajar de manera aislada porque muchas veces se requiere algún tipo de apoyo farmacológico para regular la ansiedad, la angustia, el control y descontrol de impulsos", indicó el terapeuta.
Estudio lotería
Un reciente sondeo de la empresa Lotería, dueña del "Kino", planteó la interrogante: ¿Qué prevalencia tienen las conductas de juego patológico y cómo esos resultados se asocian con variables sociodemográficas, psicosociales y clínicas?
El universo del estudio estuvo conformado por todas las personas de 18 años y más, inscritas en el registro de Lotería de Concepción, alcanzando un total de 1.183.467 clientes. Se diseñó un muestreo estratificado a partir de tres variables sociodemográficas: sexo, edad y región (Metropolitana, Valparaíso/Biobío, otras).
"La prevalencia de juego patológico fue de un 4.0% en la muestra entrevistada. De estos, un 8.0% fueron clasificados como jugadores en problemas", afirma la Dra. Sandra Saldivia, profesora titular del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, responsable del equipo de investigación.
"Otra de las conclusiones importantes de destacar es que, quienes fueron clasificados como jugadores patológicos, demostraron mayor preferencia, en los últimos 12 meses, por las apuestas deportivas en plataformas reguladas y no reguladas", señala la doctora Saldivia, quien agrega que "también obtuvieron puntuaciones más altas quienes consumen alcohol, cannabis, cocaína y otras drogas, así como mayores síntomas de adicción a redes sociales".
Según la investigación, los principales motivos por los que los jugadores patológicos mantenían esta conducta eran "ganar dinero", "pasarlo bien", "evitar el aburrimiento" y "hacer algo emocionante". Además, prefieren compartir los juegos de azar con amigos, cónyuges o parejas y compañeros de trabajo, preferentemente.