Despiden a padre y sus 2 hijos tras la tragedia en Pingueral
Cuerpos fueron entregados por el SML y llevados a Talcahuano para ser velados en una iglesia evangélica de San Vicente.
Luego de varios días de angustia y profundo dolor que siempre estará presente, las familias pudieron iniciar la despedida del joven padre Brayan Salas Ferreira, de 33 años, su hija de 9 y su hijo menor, de 4 años, los que pudieron ser rescatados de las aguas en el sector de playa Pingueral tras haber sido arrastrados por una ola el viernes pasado.
Los cuerpos de las víctimas de la tragedia, a la que pudo sobrevivir solo la madre de los menores, fueron entregados ayer por el Servicio Médico Legal (SML), tras los peritajes de rigor, para iniciar una caravana hacia Talcahuano hasta la Iglesia Evangélica Emanuel, en San Vicente, donde comenzaron a ser velados entre familiares y amigos más cercanos.
Previo a aquello, el carro fúnebre pasó por el sector San Marcos 2000, donde el joven padre vivía con su esposa e hijos. Allí, decenas de vecinos salieron a la calle para despedirlos con globos y pancartas, puesto que la desgracia también afectó a toda la comunidad.
"Había mucha gente con niños en el pasaje esperando que pasaran. La casa de ellos estaba toda adornada y los vecinos con globos y pañuelos los salieron a despedir", manifestó Claudio Godoy, vecino del sector.
También recalcó que "lo que le ocurrió a la familia, como a todo el país, nos dolió mucho, pero es distinto cuando uno ubica a las personas y además lo trágico de todo lo hace más doloroso. Muchos lloraron, realmente estamos apenados".
agredecimientos
Durante la búsqueda, las familias de los fallecidos no entregaron mayores declaraciones de lo ocurrido y se mantuvieron atentos a todas las novedades. Sin embargo, cuando los rastreos culminaron se tomaron el tiempo de conversar y valoraron el apoyo de voluntarios, pescadores artesanales y la Armada.
Esmerardo Osses, suegro de Brayan y abuelo de los pequeños, manifestó que "hay gente que quizás no sabía quiénes eran las personas perdidas en la tragedia, pero aun así lo lamentaban. Dios colocó a la gente para rescatar a mi hija y muchas personas nos aportaron con su ayuda, que es algo que nunca vamos a olvidar. Agradecemos a todos".
Cabe señalar que las labores se extendieron por cinco días. Esto, debido en parte a las complejas condiciones de marejadas durante las primeras jornadas, las cuales fueron el origen de la tragedia cuando las víctimas paseaban por la orilla de la playa Pingueral, la que, por resolución, no es apta para el baño.
"Muchas personas nos aportaron con su ayuda, que es algo que nunca vamos a olvidar. Agradecemos a todos".
Esmerardo Osses, suegro y abuelo de las víctimas