Natividad Espinoza R.
La humanidad está en el momento preciso para decidirse entre tener un futuro distópico o uno de carácter utópico. Así lo cree la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del gobierno español, Carme Artigas, quien participó en el Congreso Futuro 2023.
Tomando la primera alternativa, la vida podría ser "como lo que vemos en cada capítulo de (la serie) Black Mirror, donde somos un ser humano que ha perdido su capacidad de decisión, su capacidad de elegir, cuyos datos o están en manos de grandes multinacionales o de gobiernos autoritarios", dijo Artigas.
"O podemos tener un futuro utópico, donde gracias a la tecnología mejoramos la calidad de vida, las oportunidades, la esperanza de vida, recuperamos el cambio climático y desarrollamos un estado de bienestar", contrastó.
Pero, ¿de qué depende esto? La experta en Big Data, Inteligencia Artificial (IA) e innovación tecnológica explicó que, en gran parte, de los derechos digitales.
"Debemos reclamar nuevos derechos porque han aparecido nuevas realidades (...)Y hay que hacerlo ahora, antes de que la tecnología haya avanzado mucho más", dijo.
La experta graficó cómo los algoritmos discriminan:"Si soy de una renta baja, nunca veré un anuncio de Rolex porque veré uno de Casio, nunca veré un Ferrari; veré un Twingo", ejemplificó, aludiendo a cómo se limita la capacidad de soñar y de elegir en el mundo digital y, a la vez, citando la canción de Shakira con Bizarrap, donde la colombiana envía mensajes a su ex y a su actual novia.
Pero más allá de reinterpretar los derechos del mundo analógico al mundo digital (como el derecho a elegir), Artigas destacó la importancia de los derechos que deben estar asociados a la IA y a las neurotecnologías, "que como sabemos Chile ha sido pionero en plantear y en avanzar hacia un marco garantista con esos nuevos derechos", destacó.
"Derechos como el derecho a una segunda opinión humana cuando un algoritmo me rechaza un crédito o cuando un médico liderado por un algoritmo me rechaza un tratamiento (...) O el derecho a que no se comercialice con mis ondas cerebrales", comentó la experta, que aprovechó la oportunidad para enfatizar en la importancia de resolver hoy dos grandes temas: el cambio climático y todos los conflictos éticos asociados al desarrollo tecnológico.