Los inicios del remo a principios del Siglo XX
La Laguna Las Tres Pascualas fue el escenario de apasionantes competencias sobre los botes. Migrantes trabajaron duramente para habilitar espacios destinados a la convivencia social y a la vida sana en torno a los deportes.
Donde ha existido una extensión de agua apropiada, el remar fue y será una actividad universal para el transporte, usando uno, dos, o más remos. Durante siglos fue el modo más seguro hasta que llegó la embarcación a vela y posteriormente las de vapor.
Sin embargo, remar es también una forma de deporte y diversión para el ser humano. Desde el inicio del siglo XX, Concepción y sus alrededores experimentaron el arribo de importantes cantidades de inmigrantes, principalmente europeos. Muchos de ellos, una vez asentados en la ciudad, se movilizaron para crear el primer club de regatas en la capital penquista.
El promotor de la idea fue Francisco Garri, italiano llegado a Chile, quien buscaba encender en la juventud de la época el amor por los deportes naúticos. Es así, como en una reunión con vecinos de diferentes colectividades extranjeras, el 26 de septiembre de 1901, se acordó la creación de la institución.
Cabe mencionar que, en este periodo, los inmigrantes -todos de primera generación-participaron activamente en las obras de progreso para la ciudad, aportando con sus conocimientos y habilidades, así como con el ímpetu de contribuir a su nueva patria.
En el caso del primer club de regatas local, su primer presidente fue otro italiano, Colombo Dall'Orso, quien junto a Garri entregaron a la recién formada institución, su primer bote llamado "Liguria".
Las tres pascualas
El lugar elegido para su funcionamiento por ser el que mejor disposición entregaba en cuanto a características, ubicación y cercanía, fue las orillas de la Laguna Las Tres Pascualas. Para su nombre, se eligió el del reciente héroe naval, naciendo así el Club de Regatas Arturo Prat.
Sus cinco nuevos botes fueron bautizados con el mismo ánimo patrio, llamándolos "Prat", "Blanco", "Lynch", "Condell" y "Aldea".
En 1905, el club ya estaba instalado en una quinta particular de recreo, situada a la orilla sur de la laguna. Contar con un local adecuado para su funcionamiento estuvo lleno de complicaciones, pues el terreno era fangoso y lleno de vegas. Solo una vez que lograron terraplenar, pudieron levantar la edificación. Para ello debieron recurrir a préstamos y bonos. A la inauguración asistieron más de dos mil personas, junto a las autoridades de la época.
Para 1907, durante septiembre, se celebraron las primeras regatas interprovinciales de Chile. Llegaron a Concepción delegaciones de Valparaíso y Valdivia.
En un par de años, lograron mejorar el material náutico, las instalaciones y los jardines. Se agregaron botes de paseo para el disfrute de los asistentes. El club de regatas, para 1908, ya contaba con un poco más de 600 socios, y las secciones deportivas incluían junto a la náutica, actividades como esgrima, tiro al blanco, atletismo, bochas y palitroque. Contó, además, con la habilitación de un velódromo y una pista de 200 metros, en que se realizaron memorables competencias deportivas.
Visita presidencial
Para Fiestas Patrias se organizaban competencias naúticas y eventos. En dos ocasiones el club recibió la visita del Presidente de la República, Pedro Montt, quien fue designado miembro honorario. Para entonces, el Club de Regatas Arturo Prat y su emplazamiento en la laguna, eran un paseo abierto al público que llenaba de orgullo a la ciudad.
Populares eran las tripulaciones de ocho y hasta 10 miembros, las que con el tiempo han ido cambiando a dos, cuatro u ocho remeros. Sin duda, fue el nacimiento de una tradición remera fuerte en la Región y en la provincia.
El remo se adoptó como deporte olímpico en 1900 y se incorporó formalmente en la Olimpiada de 1908 en Londres. Los primeros Campeonatos del Mundo se celebraron en Lucerna, Suiza, en 1962. Las pruebas femeninas se realizaron por primera vez en 1974 y han incrementado su participación con importantes logros en las competencias. Aún cuando clubes como el Arturo Prat, en sus primeros años, ya realizaba torneos femeninos.
El club de regatas entregó durante años un espacio y momentos de sana recreación y camaradería a la ciudad de Concepción. Los años de la migración campo-ciudad, producto de la creciente industrialización de la zona, y el terremoto de 1939, terminaron por hacer desaparecer sus instalaciones y áreas verdes, ya que muchos habitantes, presionados por el déficit habitacional comenzaron a instalar sus viviendas en los alrededores del sector. Con ellos la laguna se fue cubriendo de malezas acuáticas, por la cantidad de desechos en sus aguas. Todo lo anterior, llevó a la desaparación de la institución que le entregó memorables noches venecianas a una ciudad sumida en la desgracia post sismo. La muerte de los hombres que impulsaron su creación, desarrollo y años dorados del club, lo dejaron acéfalo.
A san pedro
Posteriormente, surgió un nuevo empuje y liderazgos en el remo local, los cuales ya no miraron en dirección a las Tres Pascualas. Las colonias española, italiana y alemana se preocuparon de reactivar este deporte en nuestra zona, lo que dio paso, más tarde, a la Asociación de Remo de Concepción, cuyo amor por la actividad náutica los llevó a levantar nuevamente los remos en las hermosas lagunas de San Pedro de la Paz.
El desarrollo que se registró en las lagunas sampedrinas es una historia que contaremos más adelante.