Pablo Martínez Tizka
Ingenieros y expertos de la zona analizaron las causas de la demora en la concreción de algunos proyectos relevantes para la zona, sea en su diseño o en su ejecución.
Ejemplos como el Puente Perales, los mercados de Talcahuano y de Concepción o los trabajos en la Ruta de la Madera llevaron a que especialistas reflexionen sobre la realidad de la región del Biobío en cuanto a su velocidad en el término de las obras.
Pedro Ramírez, presidente del Colegio de Ingenieros Zonal Bío-Bío, señaló que "claramente hay proyectos que se han hablado mucho y que no se han concretado, como el acceso norte ferroviario paralelo a la Ruta del Itata, lo que sigue durmiendo. También se ha demorado mucho la prolongación de la Ruta Interportuaria para llegar en forma segura con la carga, considerando a las personas para que no corran riesgos. El Puente Industrial es otro ejemplo, en que también hay que considerar que hay opositores", puntualizó.
Respecto al centralismo, indicó que "es cierto que hay obras en Santiago que parten el viernes en la tarde, trabajan toda la noche, más el sábado, y el lunes ya está listo. Por ejemplo, en la intersección de Vitacura con El Bosque, en que hay mucho flujo".
Asimismo, reflexionó que "quizás las empresas que ganan las licitaciones no son las adecuadas. Hay soluciones que se pueden llevar con mayor velocidad y son necesarias para la región, especialmente en lo logístico, en consideración que esta es una región netamente exportadora. Estamos entrampados".
Añadió que "lo que ocurrió el martes en Chiguayante donde hubo este deslizamiento de tierra, ese mismo día debieron trabajar con urgencia y utilizar los recursos para habilitar la vía, pero ese día no se trabajó. Al final hubo que esperar el miércoles. En Santiago ya se habría despejado inmediatamente. Hay un tema de gestión".
Rody Toro, director de Ingeniería Civil de la Universidad San Sebastián (USS), señaló que los factores son múltiples.
"No necesariamente el factor económico es el responsable. Muchas veces, en varios ejemplos que nos ofrece la región, esto tiene que ver con quien regula la ejecución de la obra. Por ejemplo, cuando es un puente, está el Serviu como ente regulador, pero también el municipio debe cautelar el buen funcionamiento de la obra. Esta es una de las causas por las que un proyecto se puede atascar o atrasar",
Asimismo, el experto indicó que "hay otras razones asociadas a la pandemia porque los costos de los materiales subieron alrededor de un 50% de lo que fueron cotizados o presupuestados para los proyectos".
Finalmente, señaló que "obviamente la burocracia de los tiempos de aprobación de los presupuestos es otro factor, ya que actúan más entidades. Eso es un impedimento".
Gian Carlo Giuliano, ingeniero civil y académico de la Facultad de Ingeniería y Tecnología USS, indicó que "todo proyecto de infraestructura debe pasar varias etapas de evaluación, ingeniería básica y de detalles, además de evaluaciones de impacto ambiental, social y económico. Al ser inversiones con fondos públicos, la rigurosidad en estas etapas debe ser alta".
Recalcó que factores externos, internos o económicos pueden provocar un atraso en las obras.
Corbiobio
Ariel Yévenes, economista de Corbiobio señaló que hay un elemento estructural que conspira contra toda eficiencia. "Dice relación con el exacerbado centralismo de nuestro país, que afecta tanto en la lentitud con que se generan soluciones efectivas en regiones como también en la falta de pertinencia y adecuación territorial de muchas de ellas. En la práctica, ello afecta decisivamente la calidad de vida y el bienestar en regiones, provocando rezago y un marcado desequilibrio del desarrollo territorial en nuestro país", cerró.