Jóvenes penquistas son buen ejemplo de solidaridad
Sin esperar nada a cambio, más que una sonrisa de vuelta, voluntariados en la región dedican su vida para que los más pequeños tengan un mejor pasar.
"La persona que tiene sentido social no espera que se presenten ocasiones extraordinarias para actuar, sino que todas las ocasiones son importantes". Esa fue una de las tantas reflexiones de San Alberto Hurtado, que reflejan su firme disposición a darle siempre una mano al prójimo.
Su enorme vocación social dejó una huella en el país, por lo que se decidió hace ya varios años celebrar cada 18 de agosto el Día de la Solidaridad, fecha que coincide con un nuevo aniversario de su muerte, en 1952.
Hoy, su patrimonio más latente no son objetos materiales, sino que las cientos de organizaciones y voluntariados que se dedican a ayudar sin interés alguno más que la satisfacción de regalar una sonrisa.
En Biobío muchos son los ejemplos de personas que se agrupan y pese a las adversidades demuestran que una región más solidaria, sí es posible.
corazones solidarios
Karen Dosque es presidenta y fundadora de Corazones Solidarios, organización que tiene voluntarios por toda la región y que realiza diversas actividades para apoyar a niños de escasos recursos, rutas de alimentación para personas en situación de calle y colectas para familias vulnerables.
"Somos súper amplios y ayudamos a quien lo necesite. Hacemos campañas para recibir cooperación monetaria o de productos. Incluso nos han regalado catres clínicos, que están circulando por Concepción. También visitamos hartos campamentos en sectores rurales", detalla.
En esa misma línea, afirma que "hemos detectado a familias vulnerables con pacientes crónicos que no pueden salir a trabajar ya que deben dedicarse a sus cuidados. Generalmente tienen una pensión, pero es muy baja y ahora todo es muy caro. Ellos necesitan apoyo extra. A lo mejor nuestras donaciones y pedidos que realizamos no son tan grandes, pero ya son 40 mil pesos que las familias pueden destinar a otras necesidades".
Unidos por una sonrisa
Consuelo Muñoz es co-directora del voluntariado Unidos por una Sonrisa, quienes, desde el año 2017 y todos los sábado, hacen acompañamiento a la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital Regional de Concepción.
"Hacemos manualidades y juegos donde también participan los papás. También hacemos colectas en fechas como Pascua, Día del Niño y Navidad con donaciones de nuestros seguidores y así vamos logrando los objetivos. También recibimos un gran aporte de la Parroquia Universitaria de Concepción. En invierno, como los niños se resfrían más rápido y para resguardarlos, paramos las actividades presenciales y organizamos visitas a asilos de ancianos", detalla.
Finalmente remarca que "a los niños siempre les preguntan si quieren que vayamos y en las actividades siempre nos muestran su afecto con regalitos. Tratamos de darles un respiro de todos sus tratamientos diarios y ayudarlos a recrearse y a disfrutar su niñez".
Más juntos
El voluntariado Más Juntos también lucha por dar una mejor niñez a pequeños que hace poco estaban en dos hogares del Sename, y que actualmente son parte del Servicio Mejor Niñez, con diversas actividades recreativas.
Su creadora, Carolina Nuñez, detalla que "el foco es la contención emocional. Creemos que desde el amor las heridas que los niños traen tienen una mejoría. Cuando saben que una no se va a ir de su lado, la vida se hace más bonita: aprenden a confiar, a trabajar en equipo y que son valiosos".
Añadió que "esperamos en un futuro cercano quedar constituidos como una organización formal, para tener más acceso a recursos, ya que hacemos actividades educativas, recreativas y tenemos voluntarios que aportan desde su campo, como nutricionistas y hasta un barbero", concluyó.
"Creemos que desde el amor, las heridas que los niños traen tienen una mejoría.
Carolina Nuñez,, Voluntariado Más Juntos