Las claves para crear ciencia del ingeniero Igor Wilkomirsky
Postulado al Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas 2022, el científico penquista se refirió a parte de su historia académica, del potencial de los jóvenes y sobre el futuro del hidrógeno verde.
Una trayectoria de constante creación científica en beneficio de la sociedad ha caracterizado la carrera del ingeniero civil químico y académico de la Universidad de Concepción, Igor Wilkomirsky, quien recientemente fue postulado y respaldado por la casa de estudios superiores al Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas.
La institución penquista lo describe en su página web como el chileno con más patentes de invención registradas en el país, con 28, además de otras 16 a nivel internacional.
Una de las más recientes fue sobre el desarrollo de un nuevo sistema de procesamiento de concentrado de cobre, con el uso del hidrógeno verde como reductor, lo que favorece la calidad y efectos positivos al medio ambiente.
Todo el revuelo mediático le produce una sensación diferente. "Nosotros estamos en un ámbito que es más bien quitado de bulla y que, por lo general, no estamos expuestos al escrutinio público", señala a La Estrella.
Sobre la postulación al premio, señaló que "es lógico que atraiga la atención al entregarse por primera vez. Significaría mucho no solo en lo personal y para el grupo de profesores, ingenieros, estudiantes y tesistas, sino que para la universidad sería un logro muy merecido por el aporte inconmesurable a nuestra zona y al país. Significaría una forma de dar las gracias".
Ciencia
Wilkomirsky se tituló como ingeniero civil químico en 1962. "La verdad es que cuando llegué a la universidad estaba bastante dudoso sobre la elección. Tenía la vaga idea de estudiar ingeniería y la UdeC era la única opción en Concepción y solo existía la carrera de Ingeniería Química. En esa época lo que uno quería era tener una profesión y vivir de ella".
En la casa de estudios fue ayudante de alumnos y tras retirarse de la universidad trabajó en Huachipato. Luego realizó un master en Estados Unidos y volvió a la Universidad de Concepción. En 1972, en Canadá, realizó un doctorado, retornó a Chile y luego desde los años ochenta se estableció definitivamente en la Región del Biobío.
Patentes
"Canadá fue bastante provechoso porque trabajé en un Centro de Desarrollo Tecnológico y aprendí cosas que no conocía. Una de ellas es el valor que tiene la propiedad intelectual, que tienen las ideas, lo importante que es patentarlas y después comercializarlas. Eso me ayudó a traer esto a Chile y comenzar a desarrollar estas ideas no como persona individual, sino en grupo, con valor en metalúrgica, ingeniería química y minería. Así se fueron acumulando", dijo.
"Lo de patentar las ideas no fue para mostrar un número, sino que el resultado ha sido natural. Los papers son muy importantes porque miden la calidad de la universidad, pero las patentes cada vez son más relevantes", añadió Wilkomirsky.
Futuros científicos
Otra de las claves para su trabajo ha sido el desarrollo del proceso de madurez intelectual, que es algo que analiza en los jóvenes. "Para algunos es más lento que para otros, pero puedo decir que hay estudiantes bastante buenos, excelentes y comprometidos. Un ejemplo de ello es el trabajo en la planta piloto de hidrógeno verde con un grupo importante".
En ese sentido, señaló que "la nueva generación nos va a asegurar que no nos va a faltar materia prima para el desarrollo futuro".
No obstante, dijo que hacer una carrera en ciencia y tecnología no es fácil. "Requiere tener a lo menos un magíster como mínimo deseable. No obstante, después de los posgrados se requiere bastante esfuerzo como investigador en cualquier área de las ciencias", explicó.
Hidrógeno verde
Finalmente, el destacado académico se refirió a las potencialidades del hidrógeno verde. "Sin duda el hidrógeno es ideal desde muchos puntos de vista, porque el producto de su combustión es agua y es bastante inocuo, a diferencia de bases que generan monóxido o dióxido de carbono. En el proceso que tenemos en desarrollo empleamos hidrógeno, llamado verde porque es más atractivo a nivel ambiental".
Sin embargo, señaló que queda mucho para su desarrollo. "Estamos lejos aún de que sea competitivo, ya que se necesita mucha electricidad para producirlo (un 90% del costo). Actualmente un kilo está entre 4 y 4.5 dólares, cuando la meta debiera ser 1.5. Tal vez en 20 años sea nuestra matriz".
"La nueva generación nos va a asegurar que no faltará materia prima para el desarrollo".
Igor Wilkomirsky,.ingeniero civil químico y académico UdeC
2016 recibió el Premio UdeC a la "Mayor Productividad de Patente en Chile".