Acusan golpizas constantes en muerte de niño de 3 años
Lo llevaron a un SAPU por supuesta caída, pero tenía lesiones graves de maltrato. Fiscal dice que fue amarrado y "torturado". Arrestaron a su madre y padrastro.
Diego Gotelli C.
"Es uno de los delitos más brutales al que he asistido en 22 años de carrera". Así definió el fiscal de Alta Complejidad Pablo Sabaj la investigación que lidera por la muerte de un niño de 3 años, quien ayer falleció tras haber sido "torturado" por casi dos semanas en su hogar, según dijo el persecutor.
El caso quedó al descubierto la madrugada del miércoles, cuando una mujer junto a su pareja llegaron a un SAPU de Padre Hurtado con el hijo de ella malherido. Aseguraron que se había caído, pero el personal médico detectó heridas que no eran compatibles con dicha versión y alertaron a la policía de un posible maltrato.
Por su gravedad el niño fue derivado al Hospital Félix Bulnes, donde agonizó hasta las 00.50 horas, cuando murió por las lesiones.
El comisario Gabriel Alarcón, de la Brigada de Homicidios de la PDI, contó que el niño tenía heridas en la cabeza, el rostro, el tórax y sus extremidades. "Una caída no guarda relación con la cantidad de lesiones que presenta", dijo.
La madre y el padrastro del niño, que llevaban cuatro meses de relación, fueron detenidos. Según la Fiscalía, él le habría propinado golpizas al menor durante al menos 10 días, episodios que incluyeron agresiones físicas, golpes en sus genitales, ducharlo con agua helada como castigo por orinarse, amarrarlo de pies y manos a su cama toda una noche y encerrarlo por días en su habitación.
Por ello fue formalizado por homicidio con alevosía y ensañamiento, toda vez que se apunta a la seguidilla de maltratos como la causa de muerte del menor.
Mientras que la madre enfrentó cargos por parricidio por omisión, al afirmarse que fue testigo de todo, siendo incluso alertada por el propio menor, pero no lo evitó. "Ella debió y pudo actuar, pero decidió no hacerlo", dijo el fiscal. La defensa de la mujer afirmó que no lo hizo por temor a su pareja, quien -asegura- también la agredía aún estando embarazada, ataques que no fueron denunciados.