Puente ferroviario: un salto en el desarrollo
Las obras se iniciaron en 1886 y concluyeron en 1889. Hasta hoy es utilizado para conectar a las comunas del sur del Biobío con la capital regional y se constituye en una de las estructuras emblemáticas de nuestra zona.
Si bien con la revolución industrial que comienza en el Siglo XVIII el vapor tendrá una función primordial en los procesos de mejora productiva, es el siglo XIX el que verá nacer al ferrocarril como una fuerza imparable para el desarrollo de economías y naciones.
Chile posee una antigua tradición ferroviaria, así como su larga y abrupta geografía. Siendo el ferrocarril chileno uno de los primeros en operar en América, y disputándose el segundo lugar por un rango de meses con el ferrocarril entre Lima y Callao como primer ferrocarril de Sudamérica. Este honor le corresponde al ferrocarril entre Caldera y Copiapó, cuyas obras comienzan en 1850 para terminar operativo en diciembre de 1851.
Nuestra región no está ajena a este impulso de desarrollo. Dada sus condiciones climáticas, era frecuente que las lluvias cortaran caminos y el transporte de productos se tornara lento y difícil.
A principios del Siglo XIX existían para el transporte de pasajeros servicios de coches y diligencias, siendo el más recordado el que recorría desde lo que hoy es San Pedro de la Paz hacia la zona de Arauco, realizando paradas en "La Posada" donde se descansaba y almorzaba, siguiendo posteriormente rumbo hacia Coronel para pernoctar y continuar al otro día con dirección a Arauco y Curanilahue. Si el viaje partía desde Concepción, debía agregarse el traslado en bote cruzando el río Biobío desde el Malecón de Chepe.
Las condiciones para el servicio de transporte, de pasajeros y carga, así como el descubrimiento de importantes yacimientos de carbón en Lota y Coronel, fuerzan al gobierno a buscar medios de traslados que permitan mover ese carbón hacia los diferentes puertos, embarcaciones nacionales y extranjeras que recalaban en nuestra costa para abastecerse, así como también a las incipientes industrias que lo requerían.
Tren a curanilahue
Este ferrocarril es diseñado para recorrer los territorios de las provincias de Concepción y Arauco. Partiendo de la estación de Chepe, a 500 metros hacia el norte de la estación de Concepción, y desde ahí se desarrolló en dirección general al sur, por la costa, hasta Curanilahue.
Para su salida desde Concepción se construyó sobre el río Biobío el puente de acero de 1.864,6 metros de largo, cuya obra inició en 1886, siendo inaugurado en 1889 por el presidente José Manuel Balmaceda, en su visita a Concepción. El servicio de tracción era realizado por medio de locomotoras a vapor, cuya primera locomotora fue la "Concepción". La tasación al año 1940 era de 22 millones 227 mil 50 pesos de la época. El precio corresponde a vigas, cabezales y cepas, arriostramiento de cepas, incluso amarras y piezas diversas. Barandas formadas por tubos de 1 pulgada ¾, y 1 pulgada ½, y soportes de fundación, cepas metálicas formadas por tubos de fundición de 0.305 y 0.406 m. de diámetro, incluyendo hincaduras.
La concesión para construir y explorar el ferrocarril desde Concepción a Curanilahue, pasando por Coronel, Lota, Laraquete y Carampangue, fue otorgada a Gustavo Lenz por ley, con fecha 23 de octubre de 1884. El cual transfirió sus derechos a "The Arauco Company Limited", compañía inglesa con asiento en Londres, que fue la que construyó el ferrocarril y fue su primera propietaria. "The Arauco Company Limited" transfirió el 31 de octubre 1920 el ferrocarril a la compañía de Lota y Coronel, y ésta a su vez, a la Compañía Carbonífera e Industrial de Lota, el 31 de octubre de 1921.
El ramal Concepción-Curanilahue en toda su extensión mide 99 kilómetros, con una trocha de 1,676 metros. Durante su operación las estaciones que recorría eran las de Chepe, Biobío, Loma Colorada, Escuadrón, Coronel, Lota, Laraquete, Carampangue, Peumo, Colico y Curanilahue.
El ferrocarril contaba con 23 locomotoras para remolcar trenes de carga y seis pesadas con tender independiente, para trenes de pasajeros y mixtos.
El equipo de pasajeros consta con cuatro coches de primera clase; uno de segunda; seis mixtos; quince de tercera; uno de servicio interno y dos de autocarriles.
El 24 de diciembre de 1888, se autorizó la entrega al tráfico de la segunda sección del ferrocarril entre San Pedro y Coronel. En septiembre de 1889 abre las comprendidas entre Coronel y Lota, y entre Laraquete y Carampangue.
Finalmente, el 13 de febrero y 2 de abril de 1890, fueron entregadas al tráfico público la primera sección entre San Pedro y Concepción, y las secciones cuarta y sexta, comprendidas entre Lota y Laraquete y entre Carampangue y Curanilahue.
Los planos del ramal de Carampangue a Arauco fueron aprobados por el decreto del 29 de marzo de 1890 y su entrega al tráfico público fue autorizado por el decreto de 28 de abril de 1891.
Con esta magnífica obra, que junto al viaducto del Malleco serán parte de las obras más grandes realizadas en Chile durante el Siglo XIX, se conectarán por fin, ambas riberas del río Biobío, lo que dará paso al desarrollo sostenido de localidades como San Pedro, que hoy es una ciudad pujante, así como la consolidación paso a paso del proyecto de gobierno de unir al país por tierra, el que en 1913, a través de la línea férrea longitudinal, uniría a todo el territorio desde Iquique por el norte, hasta Puerto Montt por el sur.
Con una red central de norte a sur y ramales laterales que durante más de un siglo movilizaron personas y cargas, sacando de su aislamiento a sectores de difícil acceso, con una red de caminos precaria, es el ferrocarril el que aporta el dinamismo y desarrollo a todas las actividades relacionadas con el comercio e industria en nuestra región.