El auge y ocaso de las mascarillas de tela durante la pandemia
Resaltan su importancia, en especial, durante el principio de la crisis sanitaria y su evolución en 2020. Además, hoy inició el cambio de fase en la región.
Una nueva realidad es la que se vivirá desde este jueves con la aplicación de la nueva normativa sanitaria para la región del Biobío.
La fase de Bajo Impacto Sanitario implicará que el uso de las mascarillas no sea obligatoria en espacios abiertos, con una distancia de más de un metro entre personas.
Es en este contexto que personas y trabajadores de recintos de salud recordaron el surgimiento de las mascarillas de tela, que fue una de las primeras consecuencias durante los primeros meses de pandemia en Chile.
Emprendedores y personal de hospitales confeccionaron estos objetos con el fin de ofrecer una alternativa para la comunidad y para los trabajadores de la salud hasta que hubiera suficiente stock de las mascarillas desechables, más conocidas como "quirúrgicas" o "de tres pliegues".
Incluso, en abril de 2020, el Ministerio de Salud publicó un instructivo para armar mascarillas con una bandana, un pañuelo o con una polera, en el caso de que no hubiera forma de conseguir una desechable.
Sin embargo, con el paso del tiempo empezaron a caer en el olvido, gracias al mayor stock de mascarillas desechables y a la mayor efectividad que éstas ofrecen.
Hospital
El trabajo del Hospital Regional Guillermo Grant Benavente fue clave, en este aspecto, durante los primeros meses de pandemia.
El jefe de Lavandería del recinto, Vladimir Gajardo, contó que "en el momento más álgido de la pandemia, cuando no había opciones de abastecimiento, nosotros iniciamos dos procesos en conjunto con el Hospital. Uno fue la eventual confección de mascarillas y para eso buscamos materiales y piezas, con los que empezamos a hacer un par de prototipos. El segundo momento consistió en la construcción de las máscaras faciales que son de policarbonato, las que te pones en la frente y te cubre el rostro" .
Asimismo, señaló que "lo complejo fue conseguir una tela que pudiera cumplir con la característica de que no pasaran bacterias por los espacios o intersticios. Afortunadamente se lograron ubicar los materiales para fabricar y realizar el recambio necesario".
Gajardo reflexionó que "esto fue un tema de búsqueda y de perfeccionar el producto a través de diversas pruebas, con diferentes alternativas. Al principio había mucha ignorancia al tratarse de un virus del que no existía información. Es por eso que nos asesoramos con varios estamentos".
En cuanto al ocaso de las mascarillas de tela, Gajardo indicó que "para que un producto sea usado tiene que ser aprobado por el Instituto de Salud Pública. En ese contexto se nos dijo que había que usar las mascarillas desechables, en desmedro de las de tela. Con los escudos faciales pudimos continuar", finalizó.
Claudia Paredes, vecina del sector Los Cerros de Talcahuano, señaló que "al principio usé mascarillas de tela en su momento porque no tenía cómo conseguir de las desechables. Ahora ya es más fácil".
Este jueves inició la fase de Bajo Impacto Sanitario para todas las comunas de la Región del Biobío, lo que implica la no obligatoriedad en el uso de mascarillas en espacios abiertos, manteniendo al menos un metro de distancia. No obstante, en espacios cerrados sigue siendo obligatorio el uso de este elemento. El Ministerio de Salud recomienda la mascarilla quirúrgica N95, ya que es la más efectiva para evitar contagios de covid-19 en la sociedad.
05.00 horas fue el momento en que iniciaron los cambios de fase en todo el país.
1 metro es la distancia mínima entre personas para no usar mascarilla obligatoriamente.