Penquistas se sacan un rojo en comportamiento en puentes
Constantes accidentes, exceso de velocidad, maniobras peligrosas y nula fiscalización alegan los conductores.
El comportamiento de los conductores de los distintos transportes sobre los tres puentes más utilizados de la Región del Biobío no ha sido bueno en el último tiempo.
Accidentes, maniobras peligrosas y el exceso de velocidad son algunas de las malas prácticas que se ven regularmente en aquellos lugares.
Juan Pablo Ríos, conductor que suele transitar por el puente Juan Pablo Segundo, señaló la presencia de "tacos, en las tardes sobre todo, aunque no es algo de todos los días".
Lo que si suele ser regular en ese viaducto es el exceso de velocidad. Ríos afirmó que "hay harto exceso, hay de todo, pero destacan los que van más rápido de lo permitido".
Esto fue complementado por Micael Riquelme, quien se desplaza por ese puente inaugurado en 1974 para poder llegar a su trabajo.
"La verdad sí, aparte de la gran cantidad de vehículos, pasan mucho a exceso de velocidad, y frecuentemente, veo conductores haciendo maniobras peligrosas", puntualizó.
Cabe recordar que, hace unos días atrás, un conductor se hizo viral por desplazarse por la vereda y ciclovia del Puente Juan Pablo II, esto con el objetivo de eludir el taco. Ahí fue encarado por otros conductores por la peligrosidad de la maniobra.
Puente LLacolen
Por otro lado, el puente Llacolen también es lugar de mal comportamiento. Varios accidentes de tránsito han ocurrido durante este mes. Y este martes, hubo una triple colisión que dejó tres personas lesionadas.
Camila Suarez, conductora, señaló que "no es novedad que haya este tipo de situaciones, gracias a Dios no ha habido personas fallecidas".
"El problema es que la gente no se controla a la hora de manejar, anda apurada o en quizás qué situación, y pasan este tipo de cosas. El exceso de velocidad también, hay que comenzar a respetar", señaló a La Estrella.
Paola Pardo, conductora de un bus de la línea San Pedro del Mar, es voz autorizada para dar a conocer la situación dentro de este lugar. "El recorrido de nosotros es de cinco o seis vueltas diarias por el Llacolén".
Con respecto a la situación de atochamientos en momento de panne de vehículos o accidentes, la conductora profesional afirmó que "cuando hay algún vehículo en panne o algún accidente es ley de la selva. El que se salva puede".
Asimismo, Pardo comentó que "ya no hay amabilidad ni respeto a las leyes de tránsito obviamente. Entonces, el espacio que se encuentra cada uno se mete como sea. Y por eso se dan accidente, por imprudencia. Esto es una selva, una cuestión que escapa a toda lógica".
En relación al transitar de los taxibuses, la conductora detalló que "cuando el puente está expedito tiene una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora, pero la mayoría vamos a 80 o a 100. Esto porque tenemos que recuperar tiempo del que perdemos en el taco de la avenida Pedro Aguirre Cerda".
Mientras que, lo que se da bastante en vehículos particulares son "maniobras rápidas y cortas, no se toman el espacio suficiente y ahí están las consecuencias".
Por último, y en relación a las fiscalizaciones en el puente, Paola Pardo afirmó que "hace mucho tiempo no hay fiscalizaciones".
Agregando que "ni siquiera control de velocidad, que era lo más común que veíamos antes, pistoleando las motos y ahora hace mucho que no están controlando la velocidad".
También hubo críticas, aunque menos a quienes pasan por el Bicententenario, especialmente por la velocidad.
"Hace mucho tiempo que no hay fiscalizacione. Ni siquiera control de velocidad".
Paola Pardo, conductora de bus