Crimen de Carrión se planificó con un mes de antelación
En prisión preventiva quedó Pablo Solís, segundo imputado por el crimen del empresario Pedro Carrión, quien estuvo durante dos meses extraviado hasta el hallazgo de su cuerpo la semana pasada.
La confesión y testimonio de Solís fue clave para que la Fiscalía terminara de reconstruir lo ocurrido el 3 de enero, cuando la víctima salió desde su casa en Algarrobo a Recoleta a cobrar una deuda de cerca de $30 millones.
Según relató ayer el fiscal José Abarca, Solís habría llegado a encontrarse con la víctima oculto en una camioneta que conducía José Luis Yáñez, primer imputado por el crimen y quien está en prisión.
En el lugar habrían cortado la luz para desactivar las cámaras y al llegar la víctima lo atacaron con golpes en el rostro para luego asfixiarlo con una bolsa. Luego lo habrían llevado a una carnicería para desmembrarlo.
De acuerdo al testimonio de Solís, éste volvió al lugar el 5 de enero y recibió de Yáñez cajas de carne que le ordenó ocultar en una casa de Quintero propiedad de un familiar de los imputados. "Estas cajas contenían el cuerpo de la víctima", señaló el fiscal.
La parte persecutora insiste en que el motivo del crimen serían diferencias comerciales y afirman que hace un mes Yáñez había planificado matar a Carrión.
La defensora del imputado Solís pidió considerar la "irreprochable conducta anterior" de su defendido y el aporte que hizo a la investigación para enviarlo a arresto domiciliario, lo que fue desestimado por el Tercer Juzgado de Garantía de Santiago que determinó su prisión mientras dure la investigación.