Maximiliano Koch
Muchos son los penquistas fanáticos de las motos que buscan distintos espacios del país para recorrer los parajes y poner a prueba su habilidad sobre estos vehículos de dos ruedas. Muchos de ellos acuden a la vecina Región de Ñuble por su cercanía, sus caminos montañosos y la amistad de su gente.
Jorge Roa, vicepresidente del club Riders Ñuble señaló que "invitamos a toda la comunidad que quiera acercarse, porque sabemos que no es un deporte de fácil acceso, con un costo por las motos y todo. Si alguien quiere aprender, estamos dispuestos en el club de prestar nuestras máquinas para que otros niños las prueben. Estamos abiertos a meter a jóvenes en este mundo".
El ingreso de los niños penquistas a este deporte es una tarea muy emocionante, pero que también conlleva una gran responsabilidad desde el punto de vista de la seguridad.
"Acá las motos son todas de los pilotos, pero sí se pueden coordinar para que la gente inicie en el mundo del motocross con motos prestadas, como todos partimos. Sabemos que no es barato y ya contamos con máquinas", puntualizó.
"Queremos pensar en el futuro en dar chicos que se destaquen a nivel nacional en el motocross. El más chiquito que tenemos empezó con cinco años de edad. Ellos empiezan con cuadrimotos para sentirse seguros primero y luego pasar a una de dos ruedas. Ahí va siempre presente la instrucción del apoderado o del instructor que le va ayudando para que no se caiga, que no acelere de golpe ni nada por el estilo. Afortunadamente no hemos tenido problemas con quienes se han subido a las motos, todo lo contrario. El rugir de los motores es algo único. Ver y experimentar esa sensación de ir sobre una moto y subir y bajar un obstáculo y acelerar es algo distinto", explicó.
"Mi hijo Martín dice que cuando conduce, va relajado, durmiendo incluso. Son sensaciones donde los niños gritan de felicidad, se hablan a sí mismos y más. Se produce un contacto muy especial entre el niño y su motocicleta. Hay muchísima adrenalina, eso es algo fundamental", añadió.
"Ellos empiezan con cuadrimotos para sentirse seguros primero y luego pasar a una de dos ruedas"
Jorge Roa, Riders Ñuble
Personalidad jurídica
Tras una serie de trámites y designaciones, desde esta semana el Riders Ñuble Moto Club, agrupación de fanáticos del motocross, está constituido como personalidad jurídica. Esto tras reuniones extensas con el Instituto Nacional de Deportes. La tramitación le permite al colectivo apostar por financiamiento y jugársela de lleno por privados que quieran aportar.