"No tenemos una TV pública que emita documentales regularmente"
"La once" y "Los niños", obras de la realizadora que estuvo nominada al Oscar por "El agente topo", se suman a la oferta de Netflix y contribuyen a cumplir el deseo de la autora: que los espectadores vean cine sin hacer distinciones.
Rodrigo Castillo R.
Aficionada a pasar su escaso tiempo libre en casa, relajándose en familia y viendo Netflix, Maite Alberdi hace ahora su propia contribución a la parrilla programática de esa misma plataforma. Sus documentales "Los niños" (2016) y "La once" (2014) podrán verse en esa pantalla a partir del próximo jueves 27 de enero sumándose así a su muy premiado filme "El agente topo" (2021), que ya estaba disponible.
"Creo que Netflix ha acercado los documentales a la audiencia, democratizando el acceso a este tipo de películas que, cuando se exhibían en salas de cine, igual eran muy de nicho", opina la cineasta chilena.
Tú has dicho que te gustaría que tus películas fueran como un registro íntimo de nuestro presente, para que en 50 años más la gente las vea y entienda cómo era nuestro mundo.
Sí, creo que uno, al filmar la intimidad de hoy, no logra dimensionar lo que ese registro puede implicar al ser visto tantos años después. Yo pienso 'qué ganas de haber tenido filmada la intimidad de políticos o artistas famosos del pasado, de figuras que ahora conocemos sólo desde el ámbito público'. Ahora está pasando, con filmes como "Get Back", que están apareciendo registros que nos permiten entender un contexto al que antes no teníamos acceso. Y ahí está esa idea de filmar el presente para que esa filmación tenga, muchos años después, un valor mucho mayor del que tuvo en su momento.
En el caso de "Los niños", tu trabajo fue mucho más eficaz que cientos de reportajes en la televisión, porque ayudaste a que se hicieran cambios en la legislación chilena sobre el trabajo de las personas con discapacidad.
Bueno, ese no era un tema que estuviera en los medios. Me pasó que yo hablaba con la gente y les decía, "mira, la ley chilena permite que a los trabajadores adultos discapacitados se les pague menos del sueldo mínimo", y todos decían, "pero eso es aberrante", y al final no pasaba nada. Todo seguía igual. Si ese problema se hubiera comunicado en los medios tal vez se habría podido cambiar algo, pero el filme ayudó a ir más allá de esa denuncia, porque en el filme tú entiendes qué querían las personas con síndrome de Down, cuáles eran sus expectativas de tener una vida independiente. Con un documental como el mío, aterrizas el problema a una historia particular, cotidiana, que te ayuda a ver y entender lo que no comprendes cuando sólo te muestran cifras.
Tal vez, como tus documentales se exhibían en todo el mundo, las autoridades chilenas se sintieron obligadas a mejorar la imagen-país.
Sí, yo creo que el cine es una súper herramienta para fortalecer la imagen-país en el exterior, y en muchos casos también puede ser herramienta de denuncia, pero de alguna manera nuestros filmes no hablan sólo de Chile, porque en ellos los cineastas chilenos nos hacemos cargo de problemáticas sociales que se vuelven universales en las preguntas, por mucho que las especificidades de lo que está pasando sean distintas. Con "Los niños" me pasó que en todos los países donde se presentaba había legislaciones completamente distintas
¿Qué realidades encontraste?
En Francia el tema estaba ultra resuelto, y en Holanda había edificios donde las personas con síndrome de Dawn podían hacer una vida independiente, al tener las condiciones.