Mario Vera Sepúlveda

Poco más de tres años lleva la coronelina Eileen Puchi con su emprendimiento de chocolates y bombones, tiempo que califica como enriquecedor y desafiante, ya que el aprendizaje desde varios aspectos es constante, pero que gracias a ese esfuerzo, hoy su negocio goza de muy buena salud.

Sobre los orígenes del emprendimiento, Eileen cuenta que se dio tras un año sabático que se tomó tras renunciar al que hasta ese entonces era su trabajo como diseñadora industrial. "Siempre quise emprender en algo, siempre quise crear algo y siempre quise aprender a hacer chocolates, me llamaba la atención, y empecé a buscar y en Google vi unas fotos de un bombón pintado y me dije quiero hacer esto".

Es en ese momento cuando comenzó a estudiar, tanto por cuenta propia, así como también a tomar algunos cursos, uno de ellos incluso la llevó hasta Argentina para aprender del reconocido chocolatero mexicano Luis Amado.

"Ellos te enseñan técnicas, como trabajar con esponjas, a usar aerógrafos, pinceles y todo eso, pero te enseñan como se hace, pero no como armar el producto".

Fue en ese momento en el cual sumó sus conocimientos como diseñadora industrial, trabajando en una propuesta sumamente atractiva "donde todo tuviera una concordancia en el diseño y al principio hacía hasta las cajas".

Señaló que busco de esta forma destacar al máximo el concepto del trabajo artesanal, agregándole muchísimo valor a sus productos, logrando hacer entender a sus potenciales clientes toda la labor que hay detrás en la creación de los chocolates y bombones.

"Nosotros como chocolateros artesanales no tenemos máquinas para producir industrialmente, entonces todo es a mano y como es tanto tiempo, el pintado de los bombones lleva mucho tiempo para que brille, entonces tenía que venderse como algo de muy alta calidad… uno tiene que educar a los clientes en cuánto lleva hacer este bombón, cómo se trabajan los rellenos, entonces tiene que ser un producto de chocolatería alta, un producto explosivo".

En ese sentido afirmó que la producción la organiza por tanda, explicando que "cada día es un solo diseño, y máximo dos rellenos, porque como uno pinta con manteca de cacao, la que se tiene que aplicar a 31 grados Celsius, entonces estar fundiendo manteca, subir la temperatura cuando baja para poder seguir pintando, lleva harto tiempo". Pese a estas complicaciones, la emprendedora señala que ha logrado optimizar su trabajo, logrando producir cerca de 1200 unidades semanales.

Los valores de sus productos van regularmente entre los 6.990 pesos a los 24.990.

Proyectos

Eileen Puchi comenta que se encuentra en una etapa en la que su negocio necesita dar un paso más y así poder cumplir con la demanda que tiene de chocolates y bombones, la cual en esta época navideña, así como para otras celebraciones crece de forma exponencial. "Siempre soy a la que no le queda nada y estoy con quiebre de stock constante y eso es lo que quiero solucionar".

En esa línea cuenta que ha postulado en varias ocasiones a los concursos de Corfo o Sercotec, "pero ya me aburrí de postular, no hay caso", indicó.

Pese a ello su ánimo no ha decaído y por el contrario sus proyecciones siguen al alza. "Si no me los gano es por algo, y tendré que armarme de otra forma, trabajar mucho y después de una fecha fuerte, se invierten esas lucas y eso es lo que he hecho hasta ahora, todo lo que gano lo invierto".

Dice que la próxima gran compra que realizará en una templadora de chocolate, cuyo valor ronda los 4 millones de pesos.

La inversión la sustenta en que "mi demanda crece constantemente y como quiero responderle a todos mis clientes, necesito una templadora para poder trabajar más rápido", señaló.

Finalmente invitó a todos a que la sigan en sus redes sociales @ep_chocolates en Instagram y Eileen Puchi en Facebook.

"Uno tiene que educar a los clientes en cuánto lleva hacer este bombón"

Eileen Puchi,, emprendedora