Manuel Muñoz González
Le había pasado en varios partidos a Fernández Vial en el presente torneo de Primera B, sufrir con los goles en contra en los últimos minutos, tanto del primer tiempo como en el término. Pero lo de ayer fue simplemente para llorar.
Es que de la alegría y tranquilidad de ir 2-0 arriba a segundos del final del partido ante San Luis de Quillota, las tribunas del Ester Roa pasaron a ser casi escenario de un funeral, con el inesperado e increíble empate del conjunto canario, con dos goles en menos de dos minutos.
Primero, un error del portero Gustavo Merino, quien, pese a haber evitado el empate mucho antes con dos tremendas tapadas, no pudo controlar un remate de Sebastián Parada en el minuto 90+2, dejando las cosas 2-1.
Y en la jugada siguiente, lo que nadie esperaba, un ataque de la visita terminó con Fernando Coniglio conectando un centro de Ariel Cáceres, y anotando el 2-2 definitivo, lo que minutos antes parecía imposible.
Pitazo final del juez Matías Quila y nadie de los 2.826 espectadores que llegaron anoche a alentar al Inmortal, podían dar crédito a lo que acababa de ocurrir en menos de un minuto. Menos, luego de un buen primer tiempo, en que el Inmortal sacó ventaja gracias a los goles de Gustavo Gotti y de Carlos Sepúlveda.
El primero, un golazo iniciado por el argentino, quien recibió un balón en tres cuartos de cancha, abrió hacia la derecha para Patricio Jerez, y fue a buscar el centro para conectar de volea, abriendo el marcador a los 26'.
Y el segundo, otra buena conquista, esta vez de Carlos Sepúlveda, quien aumentó las cifras tras una buena pared con Kevin Harbottle.
De ahí en más el Auri bajó el ritmo y el marcador de mantuvo en cero, pese a algunas llegadas de peligro para el equipo que dirige Francisco Bozán
Pero como dice la canción de Emmanuel, "todo se derrumbó..." una vez más, sobre el final para el Vial, con el impensado empate canario.
Merino al borde de las lágrimas, y jugadores pidiendo disculpas a la gente, fue la postal para cerrar una noche que pintaba para feliz, pero que terminó siendo amarga y triste para los vialinos.
"En el global se jugó mal, malo para el público, no corrió fácil la pelota en un partido muy disputado", señaló el DT aurinegro, Claudio Rojas. "En el primer tiempo hicimos dos goles, porque tuvimos algo más de frescura para hacer estos ataques rápidos que nos generaron tremendos réditos, y en el segundo tiempo no tuvimos la capacidad para cerrarlo. Cuando estábamos en los descuentos, un error garrafal, individual, nos desequilibra mentalmente, apenas partimos, estábamos en el piso, no nos levantamos nunca y nos hacen el empate. Una tristeza absoluta", lamentó el técnico aún incrédulo.
"Una tristeza absoluta. No hay mayor justificación, no estuvimos a la altura nuevamente".
Claudio Rojas,, DT de F. Vial.