Agüita de la Perdiz nace y crece a puro esfuerzo
Sus primeras viviendas se levantan en 1948 como parte de una toma, que con el tiempo se fue consolidando en uno de los barrios más queridos por los penquistas. En sus calles y casas se han tejido notables historias.
El barrio Agüita de la Perdiz, es hoy un asentamiento emblemático que surge de una toma de más de medio siglo adyacente a la Universidad de Concepción.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, y como proceso de esta misma, se produce un fenómeno de industrialización de los países latinoamericanos, lo que genera una necesidad de obra de mano especializada, la incorporación de la mujer como fuente laboral y la necesidad de ayuda doméstica proveniente de la migración campo ciudad.
Esto trae como consecuencia el desarrollo de poblaciones marginales como las villas miseria en Argentina, las favelas en Brasil, y las populares poblaciones callampa en Chile. Éstas nombradas así debido a la velocidad con las que surgían.
La necesidad de habitación lleva a la toma de terrenos y a la creación de asentamientos urbanos generados al margen del plano central, dado que el Estado no puede dar solución a tal magnitud en la demanda de viviendas.
A partir de la década de 1950, Concepción se vuelve un centro industrial, producto de la instalación de CAP, Inchalam, Enap y otras empresas relacionadas, lo que genera la necesidad de mano de obra que llega de la migración campo ciudad y presiona de esta manera la expansión urbana hacia diversos lugares como son Barrio Norte, Pedro de Valdivia Bajo, Agüita de la Perdiz y el sector La Emergencia de Hualpencillo, todos lugares cercanos a la fuente de trabajo. Situación que se ve acrecentada con los terremotos de 1939 y 1960.
El asentamiento que conforma el barrio Agüita de la Perdiz, es producto de una toma de terreno que data del año 1958, siendo la primera del Gran Concepción, con migrantes que provenían de diversos lugares del país. El 13 de abril del mismo año quedó inscrita como tal, siendo la segunda toma a nivel nacional después de la Victoria en Santiago.
Su nombre
La emblemática "Agüita" es la inspiración de una cueca del cantautor Víctor Jara y fue la primera población que en plena dictadura de Augusto Pinochet realizó una elección democrática de su junta de vecinos, en 1985.
Diez fueron las familias de migrantes campesinos que desmalezaron una parte del terreno, y entre árboles nativos y vertientes dieron vida a esta nueva población en Concepción. Familias como Hinojosa, Inostroza, Escare, Ulloa, Ferrada, Navarrete, Cabrín, Silva, Cabrera y Reyes, las mismas que cita El Canela en su libro "Agüita de la Perdiz, sus vidas en décimas".
El barrio se ha desarrollado y extendido sobre las faldas del cerro Caracol, condición geográfica que le imprime al sector características muy particulares y que le suman fuertes rasgos de cohesión comunitaria entre sus pobladores, su historia es en sí una estrategia de sobrevivencia y superación a las adversidades en sus condiciones de vida precarias y de riesgo social. Cabe resaltar su cercanía con el centro de Concepción, a su comercio, servicios y equipamientos de salud y educación, a diferencia de otros asentamientos, conectándose primeramente a la Universidad de Concepción y de ahí al resto de la ciudad.
Vínculo con la udec
La Agüita de la Perdiz y la Universidad de Concepción son vecinos colindantes, y aunque a la población no se le denomine Barrio Universitario como tal, como sí se denomina al sector más acomodado del vecindario, existen vínculos profundos entre ambos. Son muchos los estudiantes universitarios que toman pensión y arriendan en el barrio o compran almuerzos en locales del sector, así como también los niños de la Agüita y los del Barrio Universitario tienen como parque de juego los pastos y jardines de la universidad.
No es menor el apoyo prestado por las facultades de la Universidad de Concepción a insistencia de sus alumnos, con la presencia de éstos en prácticas profesionales, tanto de las áreas de educación, salud, servicio social, y otras, todas aulas cercanas a la población, cuyos practicantes daban servicio comunitario al sector.
Uno de sus puntos de encuentro más característico y con historia, fue y es el "Aula Cero", llamada así, porque no existe este número de aula en la universidad penquista, y se denominó con este nombre al negocio que Audita del Carmen Salazar, conocida como "La Tía Tita" creó en el lugar, al cual acudían alumnos y docentes de la universidad para organizar allí encuentros y las diversas actividades políticas que se gestarían en el ambiente universitario. Allí se discutieron la toma de facultades, marchas y mítines que organizaban los alumnos, y los movimientos sociales en los tiempos de la dictadura y años posteriores a ella.
Luego de la muerte de "La Tía Tita", en el año 2011, el "Aula Cero" sigue estando presente en la memoria colectiva de la comunidad que la recuerda y añoran con nostalgia lo que fue su presencia.
La "Agüita de la Perdiz" es un barrio con olor a empanadas, a cazuela, a trabajador, a dueña de casa. Una población hecha a ñeque, abriéndose paso entre matorrales. Un barrio con alma de pueblo, independiente, con fuerza propia de autoconstrucción a partir del plástico y del cartón, mejorada posteriormente por la media agua y el rancho popular, es hoy un barrio residencial.
Naturaleza
Emplazada en el Cerro Caracol, es parte del corredor biológico junto con el Parque Nacional Nonguén, el sector del Alto Caracol y el Cerro. El barrio convive en un ecosistema natural muy valioso y frágil a la vez, una fuente importante de biodiversidad y patrimonio natural de nuestra zona.
Alejandro Mihovilovich, Profesor de Historia, Director de Extensión Biblioteca Municipal de Concepción