Verónica Milla

De una ciudad gris, dominada por las mascarillas, hoy Concepción se luce más colorida, como si fuera un escenario circense. Desde el anuncio que sitúa a la comuna en Fase 3, y las ciertas libertades que esta trae consigo, muchos jóvenes artistas aprovecharon la posibilidad de realizar actividades al aire libre en los espacios de la UdeC, Parque Ecuador y más. En estos espacios públicos se entrena de todo, en particular las disciplinas que integran el círculo circense. Un círculo de encuentro generado por los mismos asistentes, donde se forma un ambiente seguro y grato para aprender y compartir.

Dentro del variopinto escenario, una de las actividades es el hula hoop. Este arte consiste en una danza que mezcla técnica y fluidez, ya que se unen ramas como el malabarismo, circo y gimnasia rítmica. El hula o aro es un elemento clave para realizarlo y se pueden obtener en tiendas, supermercados o crearlo con una simple manguera de agua.

Una de sus exponentes locales es Carmen Contreras, más conocida como Ji Mai, quien se dedica al hula hoop desde hace 5 años donde aprendió gracias a los vídeos de Internet y que hoy muestra sus destrezas en los rincones de Concepción. "Un día viendo Instagram, me salió una chica que hacía hula y fue como yo también quiero practicarlo y me compré un hula de juguete para comenzar", comenta.

Ella es considerada como la primera "hooper" penquista y disfruta enseñarlo. "Al principio no había nadie que lo hiciera y motivar a las demás fue mi objetivo. Ahora la comunidad es enorme y segura, somos la mayoría chicas y son todas geniales", agrega.

Ji Mai considera que "la pandemia ha cortado mucho todo lo que tiene que ver con el circo, los espacios de entrenamiento han estado cerrados y también los panoramas en relación a esto". Por lo mismo, decidió durante el confinamiento realizar talleres online, los cuales tuvieron gran éxito. Ahora continúa enseñando en las áreas verdes de la UdeC, difundiendo el hula a través de sus redes sociales, y de vez en cuando, realiza su arte en los semáforos.

Al respecto, cuenta que "semaforear es entretenido, pero precario, porque son espacios sin baños, ni sombra y sobre todo, siendo mujeres, nos exponemos a la violencia machista, ya que hay que soportar comentarios ofensivos, pero igual hay gente buena onda que coopera, regala cosas o manifiesta su disfrute".

En tela

Las calles de Concepción se han transformado en un gran escenario circense. Mientras en la UdeC se puede ver el hula hoop, la tela aérea se suma como otra disciplina, particularmente desarrollada en el Parque Ecuador, donde consiste en hacer acrobacias, figuras estáticas, etcétera, en el aire, a través de una tela colgada a dos a tres metros de altura como mínimo.

Una de sus exponentes es Constanza Bermedo, intérprete aérea, pertenece a la compañía de circo y teatro Resistearte y quien se dedica hace 8 años a las artes circenses. Inició en el mundo en el parque cuando vio a unos chicos entrenando. Se acercó a ellos y comenzó a aprender. "En el parque, se da mucho esta educación disciplinar autogestionada desde los mismos que practicamos la disciplina, entrenamos, jugamos, hacemos música, encuentros de todo tipo, con el fin de educar desde el movimiento, para apuntar a una vida más humana y saludable", cuenta.

La artista también se dedica a la lira aeróbica, parada de manos y contorsión. "Todas me han traído muchos beneficios para comprender cuerpo y mente, superar mis límites, autodescubrirme, autodiciplinarme y mantener hábitos saludables", señala.

Las prácticas siempre están abiertas para todo público en el Parque Ecuador. "Muchas veces los niños se quedan jugando con la supervisión de sus padres y se van. Al ser un espacio público, estamos en contacto con todas las personas que fluctúan alrededor, pero siempre con las medidas de higiene y autocuidado".

Equilibrio

Una actividad adicional es el slackline, un híbrido entre el arte circense y un deporte extremo. Esta consiste en el equilibrio del cuerpo caminando sobre una cinta delgada, la cual está anclada a dos extremos y queda floja. Tiene varias modalidades, desde los trucos (trickline), caminar en alturas (highline) hasta caminar sobre la cinta largas distancias (longline).

En la zona, la agrupación SlackVida Concepción lleva más de 10 años encargándose de la difusión de este deporte. Gracias a los talleres de la Municipalidad de Concepción y Talcahuano, varios se juntaron para aprender esta disciplina. Y actualmente, son un grupo abierto a la comunidad y cualquiera se puede sumar sin la experiencia previa.

Para ellos, la pandemia fue un panorama malo, pues, las cuarentenas los perjudicaron para sus prácticas, pero de a poco comenzaron a reactivar sus entrenamientos en el Parque Ecuador o en la UdeC y planean sacar nuevos trucos y fluir de mejor manera.

El ambiente que se genera en las prácticas como organización consideran que es lo mejor. "Todos vamos a hacer slackline con la más buena onda y ganas de pasarlo bien, nos reímos de nuestras caídas y también nos felicitamos si logramos sacar algún nuevo truco", añaden.

Sin duda, las actividades relacionadas al arte circense son una manera de tomarse un respiro de la carga mental que genera la pandemia, clases en línea, teletrabajo, etcétera para los jóvenes.