El Gran Concepción vivió una de sus tardes más caóticas
Inicio de controles en 11 puntos del Gran Concepción generó enormes filas de vehículos, lo que se preveía, pese a que comunas están en cuarentena. Por la tarde fue más caótico aún, con paraderos llenos y tacos en las principales arterias.
Si hasta la semana pasada atravesar desde San Pedro de la Paz hacia Concepción, o circular desde Penco o Talcahuano hasta la capital penquista, parecía un simple trámite, desde ayer eso cambió radicalmente, y de los 20 a 30 minutos que ello tardaba, la demora llegó a ser incluso de hasta tres horas.
Así lo sufrieron quienes debían acudir a sus trabajos, automovilistas y conductores de micros, a quienes no les quedó otra que armarse de paciencia y soportar las largas filas, algo que se había pronosticado ante el inicio de los once nuevos controles vehiculares y fiscalizaciones para ayudar a frenar los contagios de covid-19 en el Gran Concepción.
"Está bien que haya controles, pero se deben buscar formas de agilizar el paso, yo llevo una hora y media tratando de pasar por el puente Juan Pablo Segundo. Esto es la consecuencia del mal comportamiento de la gente, que ha hecho que la pandemia en vez de tener un mejor pronóstico, vaya peor", lamentó Eduardo González, quien se trasladaba desde Huertos Familiares hacia el sector Camilo Henríquez, en Conce.
La sampedrina Andrea Acevedo dice que en la mañana de demoró cerca de una hora en ir desde su casa a su lugar de trabajo en Collao. A la vuelta, salió cerca de las 17.20 horas de su trabajo y eran las 20.56 horas cuando recién iba entrando al puente. "Las medidas son buenas, pero hay una congestión kilométrica. Creo que la gente debiese tener más conciencia para evitar salir si no es estrictamente necesario", apuntó.
Como a ella, si la mañana fue compleja, por la tarde, al regreso a casa, la cosa fue peor: tacos en las principales arterias y conexiones entre las comunas. Paraderos y micros llenas, debido a la baja cantidad de máquinas de la locomoción colectiva. Muchos, incluso, tuvieron que aguantar largas esperas para que llegara su micro.
menos vueltas
"Justamente hoy (ayer) salí a trabajar. Un recorrido que normalmente dura 1 hora 55 minutos, desde Michaihue a Villa Nonguén, llevo 4 horas 20, es decir, se duplicó el tiempo y mucho más", comentó Paola Pardo, conductora del recorrido Línea 23 San Pedro del Mar, quien valora que se esté fiscalizando como debe ser, pese a lamentar los efectos en el bolsillo, tanto para ella como para su colegas. "Esta vez sí están haciendo bien la pega, están subiendo a las micros, hubo gente que se tuvo que bajar porque no tenía su permiso, a los autos sí los están fiscalizando, porque antes no pasaba así, así que bien por ese lado, como tiene que ser. Claro, para nosotros ha sido un caos. El problema es que con estas demoras yo no sé si alcanzo, siquiera, a hacer la plata para el petróleo, y si es que algo queda. De otras líneas se han retirado incluso algunos colegas, porque en realidad lo único que estamos haciendo es cumplir con hacer el servicio, pero de ganancia, nada o muy poco", agregó la trabajadora, quien cree que el Gobierno debiera ponerse de su lado y apoyar con algún bono al sector, o incluso analizar una restricción vehicular en cuarentena.
Entre Penco y Conce también sufrieron los efectos en la Ruta 150. Milton Herrera, presidente del Sindicato Interempresas de Ruta Las Playas, y quien en su recorrido ayer pasó a demorar una hora y media más por cada vuelta (de dos y media a cuatro horas), también lamentó las condiciones en que queda el rubro en medio de estas medidas, sumado a los interminables tacos. "Por fin la autoridad asumió su responsabilidad en cuanto a la fiscalización rigurosa. Me parece bien por ese lado, lo que no me parece, es que dentro de la misma fiscalización deberá haber mayor coordinación entre las policías, hacer pasar camiones y buses por una pista y a los autos, que son los más, por otra, a razón de hacer más fluido el tránsito entre quienes usan el transporte público, que son quienes mueven el país", expone Milton, también abogando por una restricción entre los vehículos menores.
"Nos hemos visto tremendamente perjudicados por la baja sustancial de pasajeros, más del 90% de los conductores trabaja a porcentajes, su sueldo depende del boleto cortado, porque a pesar de que existen contratos de trabajo, en la práctica en más del 95% de los conductores es falso, entonces la mayoría de los conductores está en paupérrimas condiciones económicas, es el momento de que las autoridades entiendan que este sistema de trabajo se tiene que terminar", agregó el dirigente, cuya idea es que, al menos, el conductor salga a trabajar con un piso mínimo asegurado de quince mil pesos.
"En realidad lo único que estamos haciendo es cumplir con el recorrido, porque de ganancia, queda muy poco".
Paola Pardo, conductorsa Línea 23, San Pedro de Mar.
¿Más temprano?
Los controles se iniciaron a las 9 horas, lo que hizo que muchos de seguro aprovecharan para circular incluso sin permisos. ¿Sería pertinente comenzar las fiscalizaciones más temprano? Para el Seremi de Salud, Héctor Muñoz, es un punto a analizar. "Dejamos un margen de horario para que se movilizara el personal de salud y grupos esenciales, es una medida a evaluar, dijo Muñoz.
2 horas y media a tres horas, en promedio, fue la demora en el ida y vuelta hacia Conce.