Tíos de furgón pesimistas: varios ya cambiaron rubro
Conductores ven que el 2021 no pinta mejor que el año pasado y han vendido sus vehículos.
Desde octubre de 2019, luego del estallido social, las jornadas laborales de quienes trabajan en furgones escolares se han reducido casi a cero. Con excepción de las primeras semanas de marzo de 2020, quienes laboran en este rubro no han podido ejercer su oficio, lo que ha implicado una serie de decisiones para continuar subsistiendo.
Venta de los furgones, trabajos fuera del rubro o jornadas de transporte a empresas particulares son algunas de las formas en que se las han arreglado para funcionar. Y el panorama para este año no es más auspicioso.
Lidia Morgan trabaja como tía de furgón en Talcahuano y señala que vendió uno de sus furgones porque económicamente no da más. Dijo que han sido muchos meses sin obtener ganancias y que es complicado esperar por mucho más tiempo. "Mi hermana trabajaba en esto, pero ahora tuvo que hacer otra cosa porque es más de un año sin tener niños en clases", sostuvo.
"En Chiguayante y en Hualpén también hay gente que ha vendido sus furgones debido a las consecuencias de la pandemia. Además, todavía hay que esperar que la vacuna se empiece a notar en la baja de casos", indicó.
Miguel García, chofer de transporte escolar, tiene 27 años de trayectoria. "Con suerte alcanzamos a trabajar una semana en 2020 y después quedamos cesantes, sin nada. Tuve la suerte de que un amigo me llamara a transportar personal y hemos tratado de subsistir con eso", contó.
Para ello, "necesité de un vehículo adaptado para personas adultas. Fue por eso que vendí mi furgón y me encalillé para tener este otro y seguir trabajando".
"Gracias a Dios tenemos esto, al menos hasta cuando termine la pandemia. Tengo hijos que estuvieron dos meses sin comer prácticamente porque el dinero no daba", afirmó, añadiendo esperar el retorno lo antes posible, "pero no creo que sea así porque el miedo permanece y es comprensible. Yo tampoco mandaría a mis hijos al colegio si sigue la pandemia", agregó.
Paola Cisterna, por su parte, señaló que el estallido social también fue un factor que los afectó. "Desde ahí empezó todo. Después, cuando pudimos volver por una semana, llegó la pandemia. A partir de ahí fue conseguir plata de donde no tenía para subsistir", recalcó.
"Soy mamá con tres hijos y me ha costado mucho", dijo, agregando que "ahora trabajo de lunes a lunes transportando personal en una empresa particular. Soy solo una persona que trabaja ahí".
"Ahora trabajo de lunes a lunes transportando personal en una empresa particular.
Paola Cisterna
500 mil a 600 mil pesos puede llegar a costar pagar una cuota por un furgón.