"No quiero dejar el fútbol, es lo que más amo"
Carlos Irribarra cumple límite de edad en Tercera. Si no encuentra club profesional, deberá dejar la actividad.
Juan Pablo Ríos Rosales
La carrera de un futbolista profesional suele llegar, en promedio, hasta los 36 años en caso del jugador de campo o 40 en los porteros. Sin embargo, hay alguien que por ahora ve truncado desde mucho antes su futuro con la redonda: Carlos Irribarra, volante de Lota Schwager.
Tras la eliminación a manos de Provincial Ranco en cuartos de final del torneo de Tercera, el jugador no podrá vestir más la camiseta del cuadro minero, a menos que el club suba a Segunda División en dos temporadas más. Las bases de ANFA estipulan que la edad límite es de 25 años y, precisamente, Irribarra nació en 1995.
Por ello, a menos que reciba una oferta de alguna división profesional, el panorama no es favorable paa el formado en la UdeC. Y es que, por si fuera poco, en Segunda también hay un límite de jugadores mayores a 25 años.
quiere una chance
Al respecto, el volante minero es claro: quiere seguir a como dé lugar en esta actividad que tantas alegrías -y tristezas- le dio.
"Quiero seguir jugando, esa es la idea. Hay que esperar no más que terminen los campeonatos, para ver si sale algo. En estos momentos no tengo nada, se me acabó el torneo en Tercera y quedé en el aire", confiesa.
Sobre esto, el volante ofensivo se lleva fe para que algún club de una división mayor se interese en sus servicios.
"Ahora confío en Dios para que se abra alguna oportunidad. No quiero dejarlo, es lo que más amo. Seguiré entrenando por mi cuenta, en caso de que salga algo", señala.
En contraparte, si es que definitivamente no sale ninguna chance, su futuro es realmente incierto. "Estaba estudiando, pero lo dejé. Lo más probable es que retome o busque alguna carrera o trabajo. Algo habrá que hacer, pero mi primera opción es continuar en el fútbol. No me veo en nada más", asegura.
Para Irribarra, al menos, esta es una despedida sumamente dolorosa. No es menor, pues siente el escudo de Lota como ningún otro, con un fuerte lazo desde la infancia.
"Yo vivo al lado del estadio Federico Schwager, nacido y criado ahí. Acá la he pasado como en ningún otro lugar. Después del partido con Ranco, me vine llorando todo el trayecto solo, todavía tengo mucha pena", revela con un dejo de nostalgia.
Sin dudas, un baldazo de agua fría, incluso para su familia. "Ellos me apoyan y quieren que siga jugando. Quieren tanto como yo que llegue esa oportunidad en un club de más arriba", cierra.
"Hay que esperar que terminen los torneos para ver si sale algo. En estos momentos no tengo nada.
Carlos Irribarra
Es el único
Si bien en algún momento se especuló con que otros jugadores lotinos cumplían límite de edad, lo concreto es que Carlos Irribara es el único del plantel que se mantiene en esta encrucijada. En el caso de Byron Perales, Guillermo Parra o el defensor Felipe Peñaloza, ellos tienen la opción de continuar otro año más en la institución del mineral, porque son nacidos en el año 96. Tienen un margen más para competir en ANFA.