Juan Pablo Ríos Rosales
Se acerca el verano y los salvavidas de la zona no ven bien el panorama, pues temen por la falta de claridad respecto al periodo estival. Y cómo no si a causa de la pandemia pueden hasta perder sus fuentes laborales en una época que para ellos es sagrada.
Justo cuando en otras comunas del país ya se avanza, incluso, a la fase 4 del plan Paso a Paso, la realidad en el Biobío es poco alentadora. Con una leve alza de contagios diarios, por ahora se ve poco probable pasar a la etapa de Preparación.
Ante aquella situación, hay quienes ven bastante complicado trabajar este verano en el salvataje de personas, sobre todo porque dicha época se encuentra a la vuelta de la esquina. Desde Guardavidas Shark, una empresa local formadora de salvavidas, avizoran con bastante preocupación la situación que se avecina.
"En resumen, ya se ve disminuido entre un 40% y 50% la ocupación en la zona. Son varias piscinas, clubes, balnearios y lagunas que no abrirán para esa fecha. Es muy negativo, tanto para mí como para mis alumnos", detalló el director ejecutivo, César Escobar.
Bajo esa lógica y respecto a sus pupilos, aseguró que, "la gente que yo tengo son estudiantes casi en un 90%. Así, la mayoría costea sus estudios. El otro 10% corresponde a personas que durante el año no han tenido un trabajo estable y que, por los tres o cuatro meses que trabajan en el verano, suman buenos pesos".
Hace siete años que esta empresa se inauguró en la cuenca del Biobío. De aquel tiempo hasta esta parte, se han encargado de capacitar a los próximos salvavidas.
Por ello es que, atendiendo a la actual contingencia sanitaria, hay nuevos protocolos para sacar el certificado que acredita para oficiar como salvavidas.
"Los chicos que quieran ser nuevos guardavidas en aguas abiertas, al menos este año no podrán ser. La Armada sólo tomará pruebas físicas a aquellos que ya tengan su licencia, con un rescate pero sin víctima. La idea es que no exista ningún tipo de contacto", consigna Escobar.
De la césped al agua
Cuando no está inflando redes, se lo pasa vigilando el orden de los balnearios. Esa es una descripción válida para Viviana Torres, goleadora de Fernández Vial y que ahora se luce con la camiseta de la Universidad de Concepción.
Pero eso no es todo. Resulta que la delantera también actúa como salvavidas en los Campos Deportivos Llacolén, recinto que todavía no está habilitado para su funcionamiento.
"Hemos estado en plena incertidumbre. No nos han dicho nada sobre un posible regreso, si tendremos la posibilidad de trabajar, o si habrá protocolos para eso. Incluso, ni siquiera sabemos si se va a abrir Llacolén", aseguró quien el año pasado tuvo un fugaz paso por el Delfín ecuatoriano.
Del mismo modo, Viviana contó que sería una lamentable noticia no poder ejercer como salvavidas en el verano. "Si bien estoy ligada al fútbol, estos ingresos extra me permiten ahorrar para el resto del año. Si no se da la oportunidad, tendré que ver otra opción como preparadora física en algún gimnasio, si es que los abren", concluyó.
90 por ciento de quienes trabajan como salvavidas son estudiantes universitarios.