Efectos del confinamiento en niños
El confinamiento prolongado puede afectar a los niños, niñas y adolescentes en distintos planos o dominios de su desarrollo. Por ejemplo, en el plano físico, pueden alterar su hábito de alimentación saludable por una menos balanceada poniendo en riesgo su salud, además de afectar el desarrollo de su musculatura por la disminución de actividades deportivas y lúdicas al aire libre. Dentro de este ámbito, en lo fisiológico, es posible pesquisar alteraciones de los patrones de sueño, específicamente dificultades para irse a dormir.
En el plano cognitivo, pueden disminuir los niveles óptimos de atención y concentración lo que repercutirá en sus tareas y clases on-line. Los niños tratan de comprender o explicarse por qué, si sus padres están en casa, no pueden estar disponibles para ellos, ajustándose y/o acomodándose a los horarios de sus padres, esperándolos hasta que estén disponibles.
En hogares donde se viva un confinamiento con mayor nivel de tensión se puede apreciar un aumento de preocupaciones en los niños sobre las temáticas familiares. En lo emocional, se ha evidenciado aumento de los niveles de ansiedad, dificultad para controlar sus frustraciones, irritabilidad entre hermanos, necesidad de estar mayor tiempo con sus padres y cuidadores, tendencia al malhumor, alteraciones en la conducta, mostrándose más hiperactivos y en ocasiones más adictivos a los videojuegos y a las redes sociales, como una forma de escapar de la actual condición de confinamiento. En lo emocional, se observa, nostalgia por los seres queridos, abuelos, primos, amigos, compañeros, tristeza por no poder jugar con sus amigos, pena por saber de algún familiar contagiado de Covid19 o por su fallecimiento. Sin duda, los niños necesitan y merecen nuestra atención en estos complejos días.
Columna
Paulina Spaudo Valenzuela, Psicóloga y académica Facultad de Psicología, Universidad San Sebastián