"Es imposible pensar que vamos a esperar que pase 100% la pandemia"
Autoridad alerta efectos "catastróficos" para el desarrollo de los niños más pequeños si todo sigue como hasta hoy.
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, insistió ayer en la necesidad de retomar las clases presenciales en aquellos lugares donde las condiciones lo permitan, algo que fue rechazado por el Colegio de Profesores. Al llamado se plegó la subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro.
"No hay que establecer esto como una dicotomía de los buenos, que consideran que hay que volver a clases; y los malos, que no lo consideran. Hay que analizarlo con evidencia y profundo sentido de la realidad de lo que ocurre en cada territorio", pidió. "En la medida en que estén las condiciones sanitarias en esas comunas, se debe hacer todo lo posible para un retorno a clases", agregó.
-¿Por qué también en la educación parvularia?
-Porque el desarrollo que se deja de producir en un niño por no trabajar con otros, porque no va tener interacciones de calidad con educadoras, donde no va a estar estimulado de la manera adecuada, es enorme. Puede ser una catástrofe generacional, como dijo el secretario general de la ONU.
-¿No basta con lo telemático?
-Hemos usado todos los medios posibles para llegar a los niños, pero sabemos que lo que ocurre en un espacio de calidad de la educación parvularia no es replicable a través de las pantallas.
-¿Qué se pierde al mantenerse conectado sólo así?
-Uno es el desarrollo socioemocional y de trabajo con otros, el psicosocial… todo eso se está deteriorando al no estar asistiendo a un establecimiento. Y lo otro que se está deteriorando mucho es el desarrollo del lenguaje oral y escrito. En esta etapa se trabaja para fomentar el lenguaje, la expresión, todo lo que se hace para dejarlos preparados para que aprendan a leer y a escribir, y a comprender lo que escriben y leen.
-¿Es esperable que a estos niños les cueste más?
-De todas maneras, es muy esperable que niños que no han asistido a la educación parvularia, en primero básico les va a costar el proceso de la lectoescritura y la comprensión que hay detrás, todo lo que tiene relación con el trabajo del lenguaje (…) El escuchar cuentos, relatarlos, contestar preguntas, todo eso que es parte de la comprensión se trabaja muy tempranamente. (Su ausencia) evidentemente va a afectar el desarrollo de los niños.
-¿Los padres no logran reemplazar esto en casa?
-No. El trabajo de socialización, de estimulación de las áreas no ocurre en la misma forma (…) No quiere decir que no creamos que los padres que se han hecho cargo de sus hijos en esta parte del desarrollo han sido heroicos.
-Pero muchos padres, alcaldes y el magisterio tienen miedo de volver y generar rebrotes.
-Es razonable. Entendemos que haya un miedo razonable, pero vamos a tener que hacer esfuerzos para equilibrar los riesgos de la salud con los riesgos de estar tanto tiempo fuera. Si ya hay comunas en las cuales el Ministerio de Salud dice que están en una etapa 4 o 5 del Paso a Paso, que quiere decir que dado el nivel de contagios se permite el reinicio de las clases presenciales en esos casos, es importante generar un espacio de calidad, seguro, acogedor para que los niños puedan venir y las familias puedan estar tranquilas.
-El Minsal pide a los adultos que guarden distancia social, usen mascarillas, no compartan comidas. ¿Es posible eso con los niños más chicos?
-Claramente a un niño pequeño, de 3 años, no le podemos pedir el uso de mascarillas (…) Tampoco le podemos pedir que no se acerque o que no tenga contacto físico con la educadora o los otros niños. Ahí se deben implementar otro tipo de medidas, como los espacios sanitizados, espacios abiertos y con mucho menos material en las salas; con educadoras con mascarillas, máscara facial y guantes, cuando sea necesario.
-Alcaldes han dicho que no es seguro volver hasta que haya una vacuna, y eso se espera para un año. ¿Ve posible un 2021 sin clases nuevamente?
-No veo posible un 2021 un sin clases. Estamos en una pandemia que no va a tener una respuesta inmediata, por lo tanto, lo que hay que hacer es generar una nueva forma de trabajo en la educación parvularia y en todo el sistema escolar, con niños que a lo mejor van a estar en la casas, otros que van a estar presencialmente, espacios distintos, horarios diferidos, rutinas diferentes, protocolos de sanitización como ventilación, uso de desinfectantes en la sala de clases, etc. Es imposible pensar que vamos a esperar que pase 100% la pandemia, porque eso podría implicar no sólo un año de catástrofe, sino tal vez dos años de catástrofe en esta generación, lo que sería tremendo para el desarrollo de los niños. Ellos se merecen desarrollarse plenamente como lo han podido hacer todas las generaciones que les han precedido.
Kínder obligatorio
Hoy la Cámara de Diputados debe votar la ley para hacer el kínder obligatorio. Sólo si se aprueba podrá seguir tramitándose en una comisión mixta, tras su rechazo en el Senado. "Si queremos un país desarrollado, niños que se desarrollen al máximo, que podamos eliminar las brechas, la única manera es con una educación parvularia potente y que parta obligatoriamente para todos", dijo la subsecretaria Castro. Los senadores argumentaron que la cobertura del kínder hoy es del 97%, por lo que ya sería obligatorio. Acusan que esto buscaría favorecer el lucro. "Eso es imposible", respondió Castro. El Mineduc dijo que hay 6 mil niños que no cursan kinder por deseo de sus padres.
"A un niño de 3 años no le podemos pedir mascarillas, que no se acerque o que no tenga contacto con la educadora y con los otros niños.