Rodrigo Rojas: "Me aburrió tener que estarle pegando a la estufa"
El karateca, que volvió a entrenar en el Centro de Entrenamiento Olímpico, cuenta que pasó por una "crisis existencial".
El karateca nacional Rodrigo Rojas nunca había pasado tanto tiempo en Chile desde que es deportista. Es que la pandemia canceló todos los eventos mundiales, incluidos los Juegos Olímpicos, objetivo principal del también kinesiólogo. "Estoy con esa sensación de estar perdiendo lo que tanto me costó conseguir: un nivel internacional óptimo y bueno", dice.
Desde Peñalolén, Rojas hace un alto en su rutina para responder algunas preguntas. "Estoy en cuarentena. Hasta ahora seguimos encerrados. Esperemos que pase pronto a Fase 2", comenta al teléfono.
El karateca, campeón mundial en Irlanda el 2017 y medallista panamericano, volvió a los entrenamientos hace casi dos semanas en el Centro de Entrenamiento Olímpico en Ñuñoa. Rodrigo estaba emocionado. Tomó su karategi (vestimenta de karate) el día anterior y lo dejó listo para levantarse, tomar el bolso y partir a entrenar temprano.
"Les habían dicho a todos que iba a ser una clase más tranquila pero igual pensé que íbamos a entrenar, entonces fui con el traje y todos me quedaron mirando rarísimo. '¿Qué estay haciendo vestido así?', me dijeron. Era una charla técnica nomás, diez minutos de elongación y para la casa, jajajaja", se ríe Rojas.
Actualmente son seis karatecas entrenando. Rojas va cada cinco días. "Somos los que tenemos chances de clasificar a los Juegos Olímpicos", cuenta. Lamenta que antes eran casi 20 entrenando juntos todos los días. "Eran de mucho apoyo. Ahora tenemos que estar a más de dos metros de distancia cada uno, con mascarilla, desinfectarnos completamente, lavándose las manos… siendo un deporte de contacto con todo esto es súper difícil lidiar", explica.
Crisis y una estufa
Pero eso fue después de pasar un difícil momento encerrado y alejado del karate. A fines del año pasado, Rojas se cortó los ligamentos de una de sus rodillas, se operó y en tiempo récord, solamente dos meses, ya estaba compitiendo de nuevo. Ese esfuerzo que tanto hizo se vio estancado por la pandemia del coronavirus.
"Sufrí una especie de crisis existencial en la que dejé de entrenar unas dos semanas. Estaba súper motivado entrenando antes y me vino esa frustración de que iba a perder todo lo que ya había avanzado", confiesa. "Supuestamente íbamos a estar todo este año afuera… teníamos Juegos Olímpicos y un campeonato mundial a fin de año", comenta.
Pero la cuarentena llevó a que Rojas se enfrentara a un rival que sólo aguantaba los fuertes golpes del karateca: su estufa. "Me aburrió tener que estarle pegando a la estufa. Estuve en mi patio también entrenando… pero la verdad es que pegarle a la estufa, que le pegaba tanto y no me respondía, me aburrió. Fue un poco difícil ese momento", confiesa.
Por lo mismo, agradece al Ministerio del Deporte por su gestión para que pudieran volver a los entrenamientos. "Somos pocos y la verdad es que como no tenemos más competencia este año o quizás una a final de año (en Moscú), empezamos un periodo bastante tedioso y aburrido para el competidor", plantea el deportista.
"Estaba súper motivado entrenando y me vino una frustración de que iba a perder todo lo avanzado.