El drama de los que no califican para las ayudas del Gobierno
Debido a la pandemia, sus ingresos están en cero o son muy pocos, pero no son considerados vulnerables.
Tienen todos los componentes para recibir ayudas derivadas desde el Gobierno. Sin embargo, han sido esquivados. Hoy por hoy, quienes mantienen a flote sus negocios o están paralizados debido a la pandemia, se las han tenido que rebuscar para sobrevivir.
Los dramAs
Todos los días, Leonor Ruiz asiste al espacio que arrienda en un salón de belleza (Cochrane 572), donde aseguró, "atiendo de pies a cabeza". No obstante, debido al coronavirus, sus clientes ya no llegan. "No he tenido trabajo. La gente mayor no sale, que es mi público, no sale. Vengo por si acaso, pero me voy sin atención. Si uno no trabaja, no hay dinero", relató.
Ella es jubilada y no ha recibido ninguna ayuda gubernamental. "Por el hecho de recibir la pensión y boletear, no recibo ninguna ayuda, nada", contó, agregando que "acá soy peluquera, arreglo los pies y a continuación peino. Como toda clase media, si uno trabaja, gana, si no, no. El Gobierno cree que uno por tener trabajo no necesita nada, pero resulta que sí. Tengo mi pensión, pero tengo que pagar gastos comunes, mi espacio en la peluquería".
Otro rubro que también ha sido esquivado es quienes se dedican al traslado. Héctor Pino, presidente del Sindicato de Taxistas de Concepción, confesó que "lo estamos pasando harto mal". "Nosotros solo por el hecho de tener un auto no calificamos en ninguna de las ayudas que el Gobierno ha implementado para pasar la pandemia. Los paraderos están prácticamente sin taxi. Y nuestro perfil es que las personas superan los 65 años, por lo que reciben pensiones miserables. Por el hecho de recibir una pensión y tener un auto, uno no califica, a pesar de haber modificado la ficha de protección social, porque se podía hacer. Cuando uno entra al sistema, no calificamos", añadió.
Según el representante, son varias las personas que están en la misma situación, con colegas enfermos o pagando cuotas de vehículos, y que "hay ayudas para la gente vulnerable, pero nosotros también lo somos, no tenemos ingresos, pues no hay trabajo y lo poco que hay, se lo llevan los que tienen aplicaciones", manifestó.
En el transporte escolar no es diferente. Quienes se dedican a esta área aún esperan recibir algún beneficio. De momento, los aplazamientos en pago de patentes y de cuotas han sido sus salvavidas. Silvia Vidal, presidenta de la Federación de Transporte Escolar del Biobío, contó que si bien algunos de sus colegas han podido reinventarse, "no hemos recibido ayuda. Nos inscribimos en el registro social de hogares, pero estamos esperando a que se actualice para ver quién recibirá ayuda. Se nos postergó el pago del permiso de circulación, pero hay que pagarlo cuando corresponde. Las ayudas han sido aplazamientos. Hemos recibido hartas promesas, pero todo ha sido incumplido", dijo, agregando que el Gobierno Regional los ayudó con 80 canastas familiares para los transportistas más complicados. "La clase media es la más abandonada. Esperamos que lleguen medidas que aporten a todos", sostuvo.
Jovita González, junto a su madre de 79 años, lidera la tienda la Araucana a un costado del Mercado de Concepción. Según reveló, se sienten abandonados por las autoridades. "Vamos a tener que reinventarnos todos, porque no hay apoyo de nadie", sentenció.
"Estoy en el limbo, porque no soy pobre. Mi ficha de protección social lo deja claro, no tengo derecho a beneficios. Mi madre, por tener una actividad comercial, no tiene derecho a ningún beneficio. No tiene pensión ni derecho a ningún bono del Gobierno", cerró.
65 años, en promedio, tienen quienes se dedican al transporte por taxi. Hoy casi no tienen trabajo.
11,2 por ciento es la cifra de desocupación del último período en el país debido a la pandemia.