Receso por pandemia dio un respiro al césped del Ester Roa
La noche vialina del 15 de marzo fue el último partido que albergó Collao. Hoy se mantiene en perfecto estado.
Hasta ocho partidos al mes llegó a albergar la cancha del estadio Ester Roa el año pasado, sumando encuentros disputados por la Universidad de Concepción, Fernández Vial y Deportes Concepción, que hacen de local en el coloso penquista.
Es por ello que la pandemia que se vive en el país y el mundo, le ha dado un verdadero respiro al césped del recinto, sobre todo en esta época del año en que la sufre el doble por el deterioro, tanto por su uso, como por las condiciones climáticas imperantes.
"Hay un respiro, claro, por el hecho de no perder tanto césped y no sufrir tanto estrés sobre la cancha", reconoce Eric Tillería, administrador del recinto penquista, apuntando que ello y la ausencia de uso, permite a la empresa a cargo de los trabajos poder hacer mantención sin la premura de ir recuperando el terreno de juego semana a semana, como suele ocurrir en tiempos normales cuando hay fechas de los respectivos campeonatos.
lo justo y necesario
La poca actividad no quiere decir, en todo caso, que se deje la cancha a su suerte, sino que se han seguido realizando los trabajos de mantención, de manera que esté "como una alfombra", y de la mejor forma para cuando toque regresar a las canchas.
Así lo reconoce el administrador del recinto penquista. "Las labores se están haciendo con turnos éticos, acude el personal de acuerdo al trabajo que la empresa estima conveniente hacer en la cancha, les dejamos la libertad de habilitar a su personal, tomando todas las medidas de resguardo pertinentes", expresa Tillería.
En ese sentido, un día es la resiembra, otro el corte, otro la fertilización, es decir, varía de acuerdo a la necesidad del césped.
"Lo que menos se hace hoy es la resiembra, porque como no hay fútbol no ha habido daño en la superficie. Lo que más se hace son trabajos de fertilización, control de malezas, el corte, es lo principal que se va haciendo. El tema de la maleza es una complejidad que pasa en todas las canchas, entonces hay que tratarlo casi a diario", apunta el funcionario municipal, repasando que la superficie de 722 metros cuadrados de césped está cubierto en un cien por ciento, producto de la poca actividad que ha tenido la cancha. "Eso no implica que no haya que controlarlo, al contrario, hay que estar atento a los detalles, los cambios de temperatura, o la misma maleza, hongos, que puedan afectar al terreno, es un trabajo delicado".
Todo el recinto
Tillería explica que la labor en cancha es una de las tantas que se hacen en el recinto, pues el cuidado se extiende a todas las instalaciones. "Los trabajos del municipio van más allá del cuidado de la cancha, por lo mismo, se están haciendo turnos éticos, estamos casi todos los días presente, porque hay que velar por las mantenciones de los diferentes sistemas que tiene el estadio, el cuidado de los jardines, aseo, las salas de musculación, de yoga, de todas las actividades que se realizan en Collao en materia deportiva. Y trabajando en protocolos también para cuando toque volver", cerró el administrador del principal coloso deportivo local.
"Si bien el césped no tiene el estrés de un periodo normal, es un trabajo que no se puede descuidar".
Eric Tillería,, administrador