Ventilador mecánico de UdeC y Asmar ya cumplió dos etapas
Falta la tercera de ellas que consiste en la prueba en humanos, para lo cual aún no hay una fecha definida.
El Aparato de Asistencia Ventilatoria Mecánica UdeC-Asmar ha sido uno de los principales esfuerzos científicos para aportar en el desafío de combatir el coronavirus.
La alianza entre Asmar y el Centro Industrias 4.0 (C4i) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción permitió desarrollar prototipos de ventiladores mecánicos con un sistema de alarmas que permite ajustar su funcionamiento según la evolución del paciente conectado.
Este proyecto ya aprobó 450 pruebas técnicas, para evaluar su fabricación, y su aplicación en animales.
El próximo paso será el ensayo clínico con seres humanos, para lo cual se necesita el visto bueno del Comité de Ética de la Universidad de Chile, que dará la fecha para su realización.
Proceso
Pablo Aqueveque es académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica, director del Centro Industrias 4.0 UdeC y es quien encabeza el equipo de la casa de estudios en este proyecto.
El experto explicó en qué consiste este artefacto. "Se trata del accionamiento de un dispositivo de resucitación Ambo. Es un ventilador de emergencia que se utiliza como terapia puente . Es decir, que permita que una persona sea sostenida por una cantidad de horas de manera segura para estabilizarse con el fin de, posteriormente, respirar de forma voluntaria".
Aqueveque indicó que el principal objetivo es que el artefacto funcione correctamente, pero que también debe cumplir aspectos adicionales.
"Debe tener seguridad eléctrica para las personas, tanto para los pacientes como para el personal médico. No debe tener ningún tipo de riesgo".
Asimismo, señaló que "otro elemento trascendental es la durabilidad y la robustez del dispositivo. Es ahí donde se marca la diferencia porque no es llegar y construir algo. Tiene que resistir impactos, ser manipulado por personas y continuar con su funcionamiento".
El ingeniero indicó que el Ministerio de Salud y el Instituto de Salud Pública han definido los requerimientos y las recomendaciones para cumplir con las exigencias de un buen dispositivo.
"Hay que cumplir con el control de los volúmenes máximos de presión inspiratoria y mínimos de presión espiratoria, medir la frecuencia respiratoria de los5 a 40 ciclos por minuto, los elementos tienen que estar conectados a tubos y filtros estándar disponibles en los centros hospitalarios y tiene que haber precisión en las mediciones", fueron algunas de las condiciones mencionadas por el experto.
En ese sentido, valoró el trabajo en conjunto con el personal de Asmar. "Entre las instituciones hay una relación de años, ya que es un manufacturero importante en la región. Les habíamos invitado a participar en los lineamientos de nuestro centro", señaló.
En conclusión, el académico enfatizó en la relevancia de este tipo de iniciativas. "Esta circunstancia ha establecido un desafío para todos los países y, en especial, para Chile. Necesitamos una red de empresas manufactureras con estándares de alta calidad, al igual que una normativa y un reglamento asociado a los dispositivos médicos".
Mientras se está a la espera de la fecha de la realización del ensayo clínico, los equipos de UdeC y de Asmar continúan trabajando".
"La durabilidad y robustez del dispositivo marca la diferencia. No es llegar y construir algo".
Pablo Aqueveque