Dentro de la crisis hay casos de colaboración a los más necesitados, tal como el comedor abierto "Centro cultural y social de superación La Esperanza" de Hualpén.
En dicho espacio, Luis Muñoz lleva cerca de una década junto a su señora ayudando con alimentación a personas en situación de calle y vulnerabilidad social, lo que continúan haciendo con la entrega de comida durante la pandemia.
Respecto a esta labor, el adulto mayor, que se desempeñaba como comerciante ambulante, sostuvo que "este proyecto es como criar un hijo. Vamos cumplir 24 años con esta labor que comenzó en otros lugares como campamentos y ahora estamos hace unos 10 años en Hualpén. Sentimos que somos más sensibles que otras personas, porque el ser humano debería siempre ayudarse, considerando que hay algunos que están con muchas necesidades. Nadie les tiende la mano a esas personas a su alrededor".
Consultado por cómo empezó la idea de los comedores, recalcó que "toda mi vida fui comerciante ambulante y viajé hacia otras ciudades del sur de Chile, entonces siempre vi mucha gente en situación de calle y eso me impactó. Quise ver cómo ayudar sin ser una persona solvente económicamente, pero me decidí a armar comedores con mi dinero y después fui recibiendo ayuda de terceros. Así pude mantenerme en el tiempo trabajando en esto, junto a mi esposa".
Cabe señalar que el comedor cuenta con subvención anual de la Municipalidad de Hualpén, que también incorporó la entrega de canastas de alimentos para las personas que asisten al recinto, que atiende todos los fines de semana y está ubicado en calle Gibraltar 2778.
"A veces muchas de las personas que vienen se comieron un pancito o un café toda la semana, pero acá les damos alimentos y comidas sólidas, lo que los pone contentos y eso a uno le llega. Es gratificante.. Sería lindo que más gente se integrara a esto, para poder dar más abasto", recalcó Muñoz.