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Mario Viveros: el odontólogo que atiende mediante trueque

Profesional ofrece sus tratamientos dentales a vecinos, en donde sus "honorarios" son lo que los pacientes puedan aportar de acuerdo a sus propios oficios.
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Evelyn Silva Cisterna

Desde la época neolítica que existe el trueque en la ganadería y agricultura. Una antiquísima práctica que consiste en el intercambio de bienes en el cual no existe el dinero. Sistema que Mario Viveros, de 28 años, odontólogo de profesión, quiso replicar y revivir en estos tiempos.

Todo comenzó en 2015, fecha en que tuvo que hacer el internado de su carrera en el servicio público, donde se percató de que habían muchas personas que tenían la necesidad de un tratamiento dental y no tenían la liquidez necesaria para pagarlo. "Me di cuenta que la mayoría de los pacientes desarrollaba oficios como carpintería, albañilería o tenía productos abandonados en sus casas. Entonces, nació la idea del intercambio", explica.

Luego de titularse, pasó unos años trabajando, pero le siguió dando vueltas esta manera de entregar sus servicios a la comunidad y realizó unos cursos de economía circular, conocimientos que ahora aplica en su propia empresa, Dento Family, clínica que fundó con su hermano y madre hace un año en San Pedro de la Paz.

"Cuando tuve la idea de aplicar el trueque, mis colegas del rubro, encontraban que era loco, que me podía desprestigiar por aceptar cosas a cambio. Me molestaban con que iba a recibir chanchos, gallinas. En cambio, los que sí me apoyaron fue la Unidad de Fomento productivo de San Pedro de la Paz. Gracias a la incubadora y aceleradora de negocios de ellos pude implementar el tema de manera legal", comenta el profesional.

Con qué llegan

En conjunto con esta entidad crearon un plan de marketing del centro y pusieron en regla la implementación de este sistema de economía circular que, para que funcione correctamente, las dos partes tienen que estar de acuerdo en que intercambiarán servicios o productos y luego firmar un documental legal, a modo de compromiso, con el que también se aseguran y certifican que el producto sea de la persona.

"Por ejemplo, el paciente me ofrece una mesa, nosotros buscamos cuál es su valor en el mercado y luego la persona viene para acá, le hacemos un análisis dental, llegamos a un acuerdo y supongamos que necesite una endodoncia, ahí la clínica se pone con el 50% de lo que cuesta", explica.

Agrega que le han llegado "mesas, impresora, plantas, masajes de relajación o una amasadora industrial, entre otras cosas. Pero tampoco se trata de acumular cosas, sino que contamos con una persona que se encarga de analizar bien el producto, el que por siguiente ofrece en alguna página de ventas como Mercado Libre o Yapo".

Sobre los masajes de relajación que le han llegado como trueque, el odontólogo revela que es su mamá la que ha podido aprovechar de este tipo de servicios.

La mayoría de las personas los contactan por redes sociales, como Facebook e Instagram, pero comenta que los vecinos del sector han aprovechado esta manera de intercambio de servicios y productos, la que también ha sido una forma de fomentar las relaciones entre ellos y así conocer las habilidades en las que se desempeña cada uno. Al joven profesional también le interesa que estas personas vean el valor que tienen sus servicios, al igual que la importancia que él le da a su rubro.

"Todavía cuesta que la gente valore sus servicios y los ofrezca. Intentan siempre pagar por dinero. Por ahora, hay un vecino que es albañil, que nos está ayudando a mejorar una parte de la clínica y se lo intercambiamos por un tratamiento para su hija", cuenta el odontólogo Mario Viveros.