Mario Vera Sepúlveda
Mejoras en las viviendas a las que fueron trasladados en 2010, previo a la habilitación de Bocamina II, es lo que exige un grupo de vecinos de Coronel, quienes ayer se manifestaron bloqueando los accesos a la termoeléctrica Bocamina.
Luis Villablanca vive actualmente en la población Pocuro y clamó por arreglos para su hogar, asegurando que "lo único que queremos es que se repare nuestras casas, las que tienen grietas, se humedecen y en la población no tenemos cómo entretenernos, ni dónde juntarnos".
Salomón Opazo agregó que "vamos a convocar a los 1.300 que fueron erradicados para conversar cómo enfrentar los temas, ya que todos tienen problemas. No queremos que sólo nos escuchen, queremos una solución y esa solución deber ser ahora".
David Peña, en tanto, manifestó su indignación, considerando que muchas de las personas que fueron erradicadas de Lo Rojas son adultos mayores. "Nos sentimos pasados a llevar por Enel. Fuimos erradicados 20 días antes del terremoto, desde ese día a nosotros nos tomaron, nos sacaron de nuestras casas, donde teníamos muy buenas condiciones en el terreno, sitios más grandes, pasos a nuestros trabajos, en definitiva era todo más fácil para nosotros, y a 10 años nadie se ha preocupado de nosotros. Nadie", sentenció.
Gregorio Opazo, de Villa Esperanza, añadió por su parte que "se aprovecharon de nuestra dignidad. Teníamos nuestro acceso a la playa, nuestra cancha, nuestros espacios y hoy no tenemos nada".
David Peña subrayó que la protesta no tiene que ver con un aprovechamiento "o lucrar con algo que no nos pertenece, lo que reclamamos aquí es un tema de conciencia social que no ha tenido la empresa".
Desde Enel informaron, a través de un comunicado que las familias "fueron parte de un proceso voluntario de reasentamiento el 2010, recibiendo viviendas en barrios urbanizados y por una constructora que tiene post venta vigente. Hasta la fecha dicha constructora informó que nunca ha recibido reclamos ni solicitud de reparación de estos beneficiarios".
En el mismo escrito, la empresa sostuvo que desde 2018 iniciaron un trabajo con las familias reubicadas, "elaborando un diagnóstico que busca sanar brechas del proceso anterior, siendo rechazado dicha instancia por parte de quienes hoy se encuentran movilizados".
Preocupación
Por su parte, Luis Morales, vocero de las familias que no han sido reubicadas, acusó que "desde el sindicato de trabajadores de Bocamina se denunció que desde las centrales se dispersa asbesto y ceniza".
"Nosotros, sabiendo la gravedad de esto por los informes de la Bidema (de la PDI) de Valdivia y también lo peligroso que es el asbesto, nos asustamos, porque la empresa no nos ha informado nada a nosotros y nos ha mantenido mucho tiempo acá", manifestó.