Pablo Martínez Tizka
Trabajar en verano o salir de vacaciones era la actividad habitual de los alumnos universitarios que terminaban su año académico en diciembre. No solo eso no será posible, sino que además tendrán que pagar al menos un mes adicional en la pensión, casa o departamento.
Además, los arrendatarios aseguran que hay incertidumbre respecto al futuro y que los llamados de alumnos para preguntar por las condiciones de las piezas han disminuido considerablemente
Camila Salazar es de Cauquenes y estudia Enfermería en la Universidad de Concepción. Señaló que su carrera está en paro y que es muy probable que tenga clases hasta marzo. "Esto significará que al menos tenga que pagar enero adicionalmente, lo que es una dificultad", señaló.
Contó que sus planes eran ir a trabajar a la playa, juntar dinero y comprarse el uniforme para estar en el internado. "También hubiera querido ir de vacaciones con mis amigas, pero son cosas que uno puede aceptar dado el contexto", adicionó.
Matías Aravena estudia periodismo y en estos momentos está realizando la práctica. También es de Cauquenes, señaló que no es primera vez que vive una situación de alargamiento de fin de año. "Hace poco vivo en un departamento con contrato por un año, entonces las reglas ya están claras. Pero hace muy poco que vivía en una pensión y lo peor no era gastar más plata por un mes adicional, sino el tener menos tiempo para los planes personales", explicó.
Aravena sostuvo que "de todas maneras el tener que pagar más allá de lo que uno tiene planificado es un problema más".
Arrendatarios
Jessica Jerez es dueña de una pensión para estudiantes cerca de Laguna Lo Méndez. "Con los estudiantes somos un equipo en todo. Si algunos tienen problemas para pagar, se conversa y no hay problema en que el pago se aplace. Obviamente que hay mucha preocupación por lo que ha pasado", indicó.
Jerez sostuvo que "hay incertidumbre respecto al próximo año, no sabemos cómo va a terminar el año académico y eso igual influye en las ventas futuras, pues las reservas siempre empiezan antes".
Misma opinión tuvo Javier Rosales, dueño de una pensión en el centro de Concepción. Señaló que "aparte de estar en un lugar ubicado cerca de la zona cero, el aplazamiento de la PSU también nos ha influido en las ventas".
Javier Rosales añadió que "por ejemplo, si antes recibía nueve llamadas al día, ahora estoy recibiendo una al día. Igual la situación no es alarmante porque hay gente, pero es menos que antes".
15 piezas tiene la pensión de Jessica Jerez en Villa Los Castaños. Espera tener un 2020 exitoso.