Caminar por el centro se ha vuelto un riesgo ante daños
Experto asegura que la falta de adocretos o las rejillas de los colectores de aguas lluvias pueden generar situaciones de cuidado. Peatones ya se quejan.
Desde que comenzaron las movilizaciones, Marta Irribarra había permanecido en su casa. Hasta ayer, que decidió hacer trámites en el centro de Concepción ¿Su diagnóstico? "Para una adulta mayor como yo, está muy peligroso. Llevo tres ocasiones ya doblándome los pies. He tenido que andar con mucho ojo para no caerme", comentó.
Como ella, adultos mayores y personas en general han debido sortear con cuidado los "eventos" en el Paseo Peatonal, la Plaza Independencia y Tribunales, además de las arterias que han resultado dañadas tras las manifestaciones.
Rody Toro, director de Ingeniería Civil de la USS y directivo del Colegio de Ingenieros Biobío, hizo un análisis de lo que sucede en las céntricas calles penquistas, señalando que "hay un tema país asociado a manifestaciones pacíficas, pero cuando empezamos a tener daños en la infraestructura tanto pública como privada genera muchos problemas asociados. En Concepción hay alrededor de 35 intersecciones sin semáforos, lo que es un riesgo tremendo. Más allá del costo de reponerlo, está el tener un accidente. Por ejemplo, en Los Carrera con Paicaví, ahí circulan bicicletas, peatones y vehículos. Además son dos arterias principales y no saben quién tiene preferencia".
Daño asociado
Para el experto, existe un riesgo mayor para quienes transitan por el centro de la ciudad. "La gente no ve el daño más allá de la reposición. Si vienen lluvias, habrá más inundaciones porque se dañaron los sistemas de aguas lluvias, que no solo afectará el lugar, sino que otras estructuras asociados. Al final, se daña la calidad de vida", señala.
Situación que han visto varias personas que deambulan por la zona, como Jose Luis Venegas, quien manifestó que "se ha hecho muy complejo movilizarse a pie por el centro. Sacaron las rejas de los colectores de aguas lluvias y es peligroso para cualquier persona".
Toro explicó que si bien las arterias penquistas estaban en vías de mejora, hubo un retroceso. "Hay sectores de peligro, con hoyos o perforaciones que antes no había, porque sacaron los adocretos, las rejas o elementos de las plazas, como algunos redondos de hormigón, que los sacaron todos, y que son peligrosos, porque quedan elementos cortopunzantes cuando vas caminando", comentó.
También, expresó, no se ha medido la contaminación que se ha generado con las quemas de mobiliario, como las bancas de la plaza. "Hay varios daños asociados. Esas bancas están pintados con barniz que es considerado tóxico. Al quemarlo, lo que estás haciendo es contaminación ambiental", indicó.
Las medidas
Para muchos, hasta antes de la crisis actual, caminar por el centro se podía hacer con los ojos cerrados. Muchos ya sabían dónde se ubicaban los "eventos" en las calles o los lugares conflictivos. Hoy no se puede caminar a ciegas. "Esto es como cuando enciende la luz de la casa, uno no anda mirando si está o no. Es algo automático y sigues tu vida. En Concepción tiendes a hacer lo mismo, pero hoy no se puede", dijo.
Frente a esto, el experto comentó que "hay que tomar medidas de emergencia que disminuyan los daños asociados a una segunda derivada. El daño de la falta de la rejilla de un colector de aguas lluvias uno lo puede dimensionar, pero el daño asociado a un accidente, una demanda, un daño psicológico, a faltar al trabajo, y muchas más variables que debemos tratar de aminorar. Lo que haría de manera de emergencia es destinar y decir cuáles son los sectores complicados y con peligro", indicó.
Añadió que lo que tiene que hacer el municipio es informar, ya sea a través de los medios o redes sociales, y aminorar estos riesgos. En ese sentido, señaló que es bueno tener una ruta para que las personas puedan desplazarse sin riesgos a pie o en vehículos. "Pensar en una ciudad más funcional y menos estética. No digo borrar lo estético, porque tiene que estar, pero además le agreguemos funcionalidad", aseguró.
Además el académico, se refirió al blindaje de los locales penquistas que si bien son útiles para evitar saqueos, frente a un sismo de gran intensidad podría provocar un caos y una evacuación sería compleja. "Cuando pensemos en soluciones, tienen que equilibren todos los aspectos relacionados. Puedo generar un búnker, con un candado impenetrable. Pero ¿si hay una emergencia? Por eso hay que contrastar con todos los aspectos necesarios. Si pensamos en soluciones, se pueden hacer a la medida. El problema es que estamos solucionando ante un evento que nadie se lo esperaba. No es fácil tener una mirada integradora, sino que prima la que está ante la emergencia.