Cáncer de mama: es posible ganar la batalla a este mal
Prevenir es la palabra clave, pero lo cierto es que si se realiza un chequeo constante, es posible detectar alguna anomalía que, de tratar rápidamente, podría cambiar el panorama y la forma de ver la vida de las mujeres.
Cada año, la kinesióloga Mónica Hernández (58) se hacía un chequeo médico. Siempre ha sido precavida. Sin embargo, de siempre estar de buena salud, en octubre de 2016 un extraño nódulo cambió el panorama: tenía cáncer de mama.
Según datos del Ministerio de Salud, 4 mujeres mueren a diario por este mal. Pero lo más significativo, es que el cáncer de mama a nivel nacional aumentó más de un 20% en las últimas décadas.
"Para mí esto no es una lucha, porque cómo voy a pelear con mis propias células. Si no que hermanarme con mi cuerpo, que me dice que algo hay que cambiar", dice la profesional, quien explica que le pillaron el tumor a tiempo, de sólo 8 milímetros. Claro que, no sólo afectaba la mama, sino que también un ganglio de la axila.
En vista de eso, partió con la quimioterapia y radioterapia, que finalizó el jueves pasado. "Viajé a Santiago y me hicieron los exámenes, como mamografía y no hay nada sospechoso. Ahora debo seguir con un tratamiento de hormonoterapia", relata Mónica, quien gracias a un diagnóstico rápido pudo atacar el cáncer. A lo que sumó el tener una dieta alcalina
Es que, como confidencia, muchas mujeres creen que por no tener herencia de este mal en la familia, no las afectará. Pero existen otros hechos que pueden incidir, tales como el tabaco, obesidad o no haber tenido hijos.
Mónica asegura que, si bien los tratamientos son híper necesarios, el contar con el apoyo de la familia, los amigos y de su perrito han sido vitales, así como mantener una actitud positiva, sobre todo, luego de una conversación con un amigo que también pasó por un cuadro cancerígeno, que le aseguró que el cáncer era un "regalo".
"No entendía por qué me lo decía. Me decía que iba a tener oportunidades de experimentar situaciones que en otra ocasión no. Que iba a crecer, le iba a dar importancia a otras cosas. Disfruto mucho más de las cosa. Tenía razón", explica.
Por qué se da
Se diagnostica con este cáncer a una mujer cada tres horas, y es una de las principales causas de muerte en Chile. El cáncer de mama es una patología, que pese a los esfuerzos públicos y privados por difundir su prevención, no ha reducido su incidencia en la población.
Aunque no es exclusivo de mujeres, en ellas se concentra la gran mayoría de los casos y las muertes, falleciendo una mujer cada ocho horas de acuerdo a cifras del Ministerio de Salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como un tumor maligno que se desarrolla en la glándula mamaria y que se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células cancerosas con posibilidad de diseminarse (metástasis) a otros órganos. Pese a su letalidad, su pronóstico es bueno si es detectado a tiempo. Por ende, la importancia de estar alertas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Gastón Donetch, médico Jefe de la Unidad de Ginecología y Obstetricia de Clínica Biobío, explicó que la tasa de mortalidad de este cáncer es alta cuando es detectada en etapas tardías. No obstante, con el hallazgo a tiempo se logran excelentes resultados para el paciente y con una posibilidad muy alta de curación.
"Contamos con muy buena tecnología en técnicas de diagnóstico precoz de esta patología y, por supuesto, que cada mujer sea capaz de practicarse el autoexamen, diariamente, en lo posible, en la intimidad de su dormitorio o baño", dice el especialista.
Autoexamen
En términos generales, a partir de los 40 años la mujer debe realizarse la primera mamografía (en Chile desde los 50 a los 59 años ya es parte del Examen de Medicina Preventivo, que otorga gratuidad) y continuarla cada año. En casos de riesgo hereditario se debe partir antes.
Sin embargo, existe una técnica muy simple y efectiva de detección: el autoexamen (no reemplaza la mamografía anual). Este consiste en observar cualquier anormalidad del tejido. Un buen ejercicio es, con los brazos a cada lado del dorso, observar los pechos por si hay algún cambio de color, tamaño, forma, hendidura, piel enrojecida o descamada. Palpar de manera circular la mama, incluida el área axilar, así como apretar suavemente cada pezón para verificar si hay alguna descarga. Si no se hace de manera diaria, al menos practicarlo una vez al mes en una fecha similar.