Preocupación por vacunas
Ya nos estamos acostumbrando a recibir noticias, especialmente desde países desarrollados, de muertes de niños por enfermedades prevenibles. La mayoría de éstas causadas por bajas cobertura de vacunación de la población, debido al supuesto derecho de los padres a negarse a la vacunación de sus hijos.
Las vacunas son una eficaz herramienta de salud pública, y su impacto en la población es el segundo más importante después de la potabilización del agua. Para poder erradicar o disminuir la incidencia de una patología, es muy importante mantener altos porcentajes de cobertura y evitar así un aumento de personas sin protección y la consecuente aparición de brotes epidémicos.
Llama la atención que a diferencia de otros países, donde se están tomando medidas legales o punitivas contra quienes rechazan la vacunación de sus hijos; en Chile no se escuche ninguna propuesta o voz de alerta sobre el tema.
Chile ha sido un ejemplo de protección sanitaria de su población y fue de los primeros países, a nivel mundial, en erradicar varias enfermedades transmisibles prevenibles por vacunas. Hoy vemos cómo los porcentajes de cobertura caen a valores peligrosos (88% en vacuna de Sarampión el 2016) y se hace urgente que las autoridades y sociedades científicas hagan algo más que un llamado a las conciencias y educación para manejar esta potencial emergencia sanitaria.