Alfonso Levet G.
Una situación dramática es la que está viviendo un grupo familiar de Chiguayante tras ser desalojados desde la casa que ocuparon por varias décadas en la calle Galvarino.
El matrimonio debió dormir a la intemperie para cuidar las pertenencias que quedaron sobre la vereda y la calle, tras ser obligados a sacar sus enseres desde el interior de la vivienda, en la que residían también dos adultos mayores discapacitados y una abuelita de 90 años, además de dos nietos.
De acuerdo a los afectados, el lanzamiento se produjo luego de un conflicto con familiares dueños del terreno, con quienes había un acuerdo de palabra para mantenerse en el lugar.
"Carabineros nos pidió que no opusiéramos resistencia, porque podríamos tener problemas", sostuvo a La Estrella el jefe de familia, Orlando Obreque, quien afirmó que lo que pretenden es por lo menos poder retirar la casa que, según aseguraron, ellos mismos construyeron, para así poder instalarla en algún otro lugar y no perder todo debido a la situación en la que se encuentran ahora.
Brindan ayuda
Desde la Municipalidad de Chiguayante explicaron que, pese a tratarse de un problema entre privados, se les brindó atención de manera inmediata para dar solución temporal al problema habitacional de esta familia.
De acuerdo al administrador municipal, Andrés Parra, los dos adultos mayores postrados fueron trasladados a un hogar privado de la comuna. Paralelamente, se están realizando gestiones ante el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) para que sean aceptados en un Establecimiento de Larga Estadía de Hualpén, donde eventualmente podrían quedarse de manera definitiva.
La abuelita de 90 años, en tanto, se fue de momento a una casa particular de la villa Porvenir, con una de sus nietas.
Los enseres de la familia permanecerán guardados en un especio cedido por la iglesia mormona, mientras la oficina municipal de vivienda estudia las alternativas de subsidio con Serviu y gestiona la instalación de viviendas de emergencia.
7 personas componen el grupo familiar desalojado y que ahora buscan una solución.
90 años tiene la abuelita de la familia que, de momento, se fue a vivir con una de sus nietas.