Pablo reconoció a presunto autor y recordó el ataque
Durante la tercera jornada del juicio por el caso del Servipag de Hualpén, el cajero que resultó quemado, Pablo Ramírez, dijo reconocer a una de las dos personas que le prendieron fuego. "Sí, si está. Está sentado. El de chaleco gris. Está junto a un señor de corbata roja, a la derecha, y hacia el lado izquierdo está un gendarme", indicó.
Ramírez prestó declaración, pero solicitó hacerlo tras un biombo que lo separó del único acusado por robo con homicidio frustrado. Dicha protección sólo se alzó al momento de identificar al agresor, para quien el Ministerio Público pide una pena de 10 años de internación. Por instrucción del tribunal, el público y la prensa no tuvo acceso a captar imágenes de la víctima, pero sí el audio de su relato en el que resaltó que "la cara de la gente que a mí me hizo daño no la voy a olvidar nunca".
Las graves heridas que esto le causó le dejó secuelas físicas y psicológicas de por vida, de las cuales responsabiliza a I.N.M.P, un joven hoy de 18 años, pero que a la fecha del delito era menor de edad, y al hermano de éste, Mauricio Montecinos Pinto (28), quien fue víctima de un homicidio al interior de la cárcel de Chillán, donde cumplía prisión preventiva. Por ello, su responsabilidad fue sobreseída.
Por su parte, el fiscal Julián Muñoz, indicó que "el reconocimiento que hizo de la persona del acusado fue absolutamente claro, categórico, sin ningún motivo que pudiera ensombrecer o generar un atisbo de la menor duda".
En su testimonio, Pablo Ramírez dijo que lo que ocurrió cambió su vida para siempre.
Declaró cuatro horas y hubo tres pausas para que se repusiera. Recordó cómo le lanzaron combustible y el miedo que sintió.