Mario Saavedra Ponss
Cuando el reloj marcaba 20 minutos para la medianoche abandonó las dependencias del Palacio de Tribunales la ministra del Caso Matute, Carola Rivas. A su salida, la magistrada sólo expresó escuetas declaraciones: "Ha sido una extensa jornada. Mañana (hoy) voy a continuar con las diligencias. Si hay algo que pueda comunicar, lo haré mañana (hoy). Discúlpenme pero, realmente, no puedo hablar".
La jueza, que vestía traje rojo y chaqueta negra, fue escoltada por dos funcionarios de la PDI, quienes la acompañaron en su salida por la puerta norte de la Corte de Apelaciones, tras casi 17 horas de trabajo.
Desde el edificio Tucapel, algunos vecinos seguían expectantes lo que ocurría en Tribunales. Pedían a la ministra que hablara, mientras ella evitaba, rauda, las preguntas de la prensa. "No puedo hablar", repetía, especialmente cuando se le preguntaba por la situación de las dos personas que permanecen incomunicadas y que nuevamente fueron trasladadas hasta El Manzano.
Rivas caminó unos 50 metros hacia el estacionamiento, en donde la esperaban los detectives que la acompañaban. Se mostró sonriente y sorprendida por la gran cantidad de periodistas y reporteros gráficos que la aguardaban. Finalmente subió al automóvil fiscal, que se alejó desde Tribunales con su baliza encendida.
Habló papá de cherie
Horas antes, Pablo Ruiz, el padre de Cherie Ruiz Arriagada, confirmó que su hija y su ex yerno, Cristián Montes Castro, son, efectivamente, las personas que continúan incomunicadas y recluidas en el complejo penitenciario El Manzano de Concepción, mientras prestan declaraciones frente a la ministra Rivas en el marco de la investigación del caso. El hombre manifestó no entender por qué su hija se encuentra en dicha situación, sin embargo, indicó que "tengo la confianza en que esto se aclarará".
Cherie Ruiz, al igual que Cristián Montes, estuvieron presentes en la discoteca "La Cucaracha" la noche en que desapareció Coke. Ella estuvo a cargo de una de las cajas y él era uno de los guardias.
El padre aclaró además los trascendidos que los vinculaban aún como pareja y dejó en claro que se divorciaron hace años. "Ella trabaja como vendedora de seguros y vive en Tomé. Su oficina está en Concepción. Esto le está afectando en su trabajo, porque tiene clientes a quien atender. Ese día a ella la llamaron a declarar y nunca nos imaginamos que quedaría incomunicada", indicó a La Estrella.
Frustrada visita
Pablo Ruiz agregó que fue temprano a la cárcel con el propósito de poder ver a su hija. "No me dejaron ni siquiera entregarle una muda o un bolso con ropa. Ni siquiera le he podido pasar un cepillo de dientes", afirmó.
Durante toda la jornada de ayer, el papá de Cherie esperó por noticias de su hija. Caminó alrededor del Palacio de Tribunales con la esperanza de poder contactarla e informar al resto de su familia sobre lo que acontecía en las dependencias del Poder Judicial. Aguardó bajo la lluvia y solo, pero dijo que "eso es lo que un padre tiene que hacer por una hija. Yo creo que ella ni siquiera sabe que he estado aquí", dijo.
Alrededor de las 23 horas de anoche llamaron al padre de la mujer desde el interior de la Corte de Apelaciones. Entró y subió hasta el cuarto piso. Allí, confirmó que vio a su hija y que le informaron que seguía detenida.
23:40 horas de anoche salió la ministra Carola Rivas desde las dependencias de la corte penquista.