Aprenda a disfrutar el valor nutricional de las sopas
En estos fríos días nada mejor que las exquisitas sopas. Desde el punto de vista fisiológico tienen importancia, ya que contienen sustancias que estimulan el apetito. Además, al aumentar la secreción de jugo gástrico posibilitan la absorción de las comidas principales.
Su contenido energético y valor nutricional (proteínas, lípidos, carbohidratos, fibra y micronutrientes), dependen del tipo de sopa. También aportan agua y grasas no saturadas y su valor nutricional radica en los alimentos proteicos que contengan como vacuno, pollo o pescado, además de legumbres o cereales.
Las claras son recomendadas para aquellos que están en plan alimentario hipocalórico (reducción de peso), las sopas puré para quienes estén con bajo peso (tienen una densidad energética mayor) y las sopas crema para todos.
No reemplazan a las ensaladas, pues nuestro cuerpo a diario requiere verduras y ensaladas por su contenido en fibra dietética y otras sustancias como vitaminas y minerales, los que se pierden parcialmente si son sometidos a cocción.
También se deben evitar las sopas deshidratadas, ya que contienen gran aporte de sodio, que eleva el riesgo de enfermedades circulatorias. Se deben consumir sin caldos concentrados y con variedad de verduras, incorporándolas 3 a 5 minutos antes de retirarla del fuego. Asimismo, hay que evitar el sofrito de las verduras y condimentos.