Números que hablan
Basta con mirar algunas cifras usando un lente sin sesgos ideológicos para darnos cuenta que la economía no va por buen camino.
Primero: La economía crecería este año apenas en torno a 3% anual (¡con suerte!), apoyada por un enorme paquete de estímulo fiscal y por la gran depreciación de nuestra moneda.
Segundo: El desempleo se ha mantenido sólo algo por sobre 6%, no obstante, está contenida tasa de desempleo está sustentada en la gran cantidad de creación de empleos asociados al sector público.
Tercero: La inflación se ha mantenido alta. Independiente la razón, se nos ha metido la mano al bolsillo a todos por esta vía.
Cuarto: El consumo por los suelos, la inversión en el subsuelo. Desconfianza generalizada que paraliza las decisiones de las personas.
Sería bueno dejar de escuchar a las autoridades decir que las cifras estuvieron en línea de lo esperado, o algo mejor de lo esperado. En un mundo donde lo que se espera es miserable, cualquier cosa resulta superior, pero no por eso sería algo genial ni digno de resaltar. Hacerlo habla de la mediocridad de varias autoridades.