Comunidad Otaku sigue viva en Conce y llena de historias
El impacto de la animación japonesa y los mangas se ha vuelto un espacio transversal entre los penquistas.
Cristian Aguayo Venegas
Este 15 de diciembre se conmemora el Día del Otaku, término con el que se llama a los fans de la animación japonesa (animé), mangas y cosplayers (personas que se visten como personajes de animé), comunidad que en Concepción y alrededores está muy presente.
El movimiento otaku en Biobío comenzó a finales de los años 90, cuando los primeros fans descubrieron el animé a través de los VHS y las emisiones televisivas de Dragon Ball, los Caballeros del Zodiaco y Sailor Moon, entre otros, los cuales marcaron a una generación, la que haría heredar el interés masivo por la cultura japonesa.
Héctor Fraile, uno de los primeros otakus de Conce, dijo que "el origen de los otakus se remonta a la década de los 80 y principios de los 90 con la llegada de series de monitos animados que transmitieron por televisión abierta, como Heidi, Marco, Remi, Angel, Candy Candy, entre otras, las cuales veían nuestros padres".
"Los 90 -agregó - fueron la época dorada del animé y los hijos de los papás que vieron esa primera oleada de animés, sin saberlo, en ese momento nos vimos atrapados por nuevas propuestas animadas, las cuales ocasionalmente llegaban a los videoclubs. Ya en el 2000, el animé se masificó con el acceso a internet, aparecieron los ciclos de animé y las primeras tiendas en Concepción. Los chicos con gustos afines tuvieron lugares comunes en que poder disfrutar y compartir, y es ahí donde nace la comunidad en la zona penquista", aseguró.
Jorge Montecinos, otro penquista otaku de principios del 2000, indicó que "todo inició con lo que veíamos en la tele, sin embargo, el otaku también es alguien obsesionado con otras cosas, como productos (cartas, tazos, ropa), y hasta la música. Incluso, se podía distinguir a una persona otaku por su forma de vestir, mucha polera de algún personaje animado, accesorios en las mochilas, etcétera".
"Antes incluso estaba muy mal visto, porque las generaciones antiguas no entendían de la nueva moda. Sin embargo, hoy el ser un otaku se ve distinto, porque la misma generación que era la incomprendida, tiene a sus hijos, entonces, se ha vuelto algo transversal", indicó.
Evolución
Fraile, quien ante su amor por la cultura nipona incluso abrió una tienda de comida asiática (Nekomidas), dijo que "esto fue totalmente gradual, el 2000 fue el despertar de la identidad juvenil, surgieron muchas tribus urbanas, entre ellas, por ejemplo, los pokemones, los que compartirán en parte la cultura japonesa, pero en base a otros contenidos".
"Para quienes no estaban familiarizados con el tema, éramos niños raros pasando una etapa, la cual para muchos no fue así, ya que muchos se vieron aceptados y seguros en ese ambiente", agregó.
"Actualmente, la apertura de la mentalidad ha normalizado el consumo de animé y manga, aparecieron tiendas especializadas en Concepción y las plataformas de streaming lo han explotado. Los niños son un gran potenciador de la comunidad, ya que por ellos nacieron los eventos, la compra de productos y hasta vestirse como sus personajes favoritos (cosplay)", indicó.
Margarita "Laruchan" Huenuil, conductora de TV, streamer y amante de la cultura japonesa, expresó que "por cómo ha evolucionado es que se ha vuelto también más transversal. Hay papás que comparten el gusto con sus hijos, los llevan a eventos y les muestran esto que nosotros vivimos cuando era más de nicho, no tan abierto y popular".
"Creo también que es mucho más comprendido, porque toda una generación de otakus de principios de los 2000, crecimos, hicimos familias, nuestras vidas y compartimos esto con las demás generaciones. Entonces, la evolución que ha tenido el concepto es algo positivo, antes no había eventos, ahora hay muchos, internet libre con acceso para todos y lo mejor es que se ha dejado ese estigma de lado", finalizó.
Eventos masivos
En los últimos años, Conce ha experimentado un boom de ferias y eventos temáticos. Recintos como el SurActivo o el Teatro Universidad de Concepción han sido testigos.
Mokomaru, destacada cosplayer y organizadora de eventos, sostuvo que "si bien a nivel nacional es Santiago donde se concentra el mayor número de eventos y espacios, el Biobío también tiene grandes eventos. Uno de ellos, por ejemplo, es el Festigame o La Otakonce, el más grande hecho en la zona, donde el año pasado se reunieron 2 mil personas".
"El boom del animé se reafirmó con la pandemia, donde si bien están los que partieron en los 90 y 2000 con el Club de los Tigritos, Fox Kids y Cartoon Network, la llegada de los animés a las plataformas fue otra explosión. Esto catapultó que se multipliquen los espacios en todo el mundo, y nuestra región no es la excepción", explicó.