Penquista realza la figura del Piloto Pardo
Ronald von der Weth Fischer realizó charla "Hazaña Antártica: una lección de liderazgo", en Inacap Concepción-Talcahuano, donde expuso la figura del marino y su acción que permitió rescatar a 22 personas que permanecían en la Isla Elefante, en la Antártica.
Hay héroes invisibles, pero cuyas hazañas quedan en la historia de un país. Ese es el caso de Luis Pardo, reconocido como el "héroe de paz" tras rescatar a 22 personas que participaban de la expedición Endurance, en la Antártica. Ellos, liderados por el explorador británico Sir Ernest Shackleton, quedaron atrapados en la Isla Elefante.
Es la figura integral del Piloto Pardo la que releva el penquista retirado de la Armada, Ronald von der Weth Fischer, quien rescata la figura del marino chileno en la charla "Hazaña Antártica, una lección de liderazgo", desarrollada a lo largo del país y que ayer tuvo lugar el Auditorio de Inacap Concepción-Talcahuano, como parte de una alianza entre la Armada, Inacap y la Fundación Mar de Chile.
Nacido en Concepción en 1959, von der Weth, ingresó a la Escuela Naval en 1975. Se desempeñó como oficial submarinista a bordo del SS "Thomson", SS "O´Brien", SS "Hyatt" y SS "Simpson". También estuvo a bordo de las unidades torpedera "Quidora", Buque Escuela "Esmeralda" y en 1999 se desempeñó como comandante del remolcador de alta mar "Lautaro", participando en la Primera Patrulla Antártica Combinada con la Armada Argentina.
"Serví 23 años en Talcahuano. Entre la Fuerza de Submarinos, los Submarinos, la Escuela de Submarinos. Incluso, fui instructor en la Escuela de Grumetes", resume.
¿Por qué eligió estudiar al Piloto Pardo?
"Había que buscar una persona que fuera lo más parecido a nosotros. Cuando él hizo esta hazaña, él tenía 34 años. Y darnos cuenta que hay referentes que hicieron grandes cosas, a partir de este hecho histórico que es real y que le trajo muchas repercusiones positivas a Chile, prestigió al país, a la Armada, inspirarse con una persona como el Piloto Pardo ya es una invitación a que lean, estudien y cuando vean una calle con el nombre de Piloto Pardo sepan quién es".
La hazaña del Piloto Pardo cuenta que Shackleton inició una travesía para que el resto del grupo fuera rescatado, retornando al continente y recurriendo al entonces almirante Joaquín Muñoz Hurtado, director general de la Armada, quien dispuso que el Almirante Luis López, jefe del Apostadero Naval de Magallanes, le proporcionara a Shackleton un buque, en este caso, el Yelcho, un buque antiguo de 467 toneladas, sin calefacción, radio ni electricidad.
No obstante, su líder no pudo viajar y en su lugar, Luis Pardo se ofreció para emprender el rescate. Pardo zarpó el 25 de agosto de 1916, navegando el canal de Beagle. Cruzó el mar de Drake con buen tiempo. No obstante, tres días después, la neblina se hizo densa, pero a la mañana siguiente le permitió ver hasta una milla de distancia. Pardo decidió continuar la navegación a máxima velocidad hasta la Isla Elefante. Gracias a su determinación, el 30 de agosto, los 22 hombres fueron rescatados.
"Ellos estuvieron 590 días en total atrapados en los hielos y en la isla, en la Elefante, 137 días. Él, Luis Pardo, les salvó la vida", dice.
Cuando estudió al Piloto Pardo ¿Qué le llamó la atención?
"La carta que él escribió muestra cómo él se inspira, cómo el ser chileno es una fuerza de inspiración, cómo el deber humanitario, el deber por las vidas. Y, estudiando dónde está presente esto, lo encontramos también en Arturo Prat, en el Combate Naval de Iquique, el deber humanitario es algo que está presente en la Armada: el respeto a la vida humana".
¿Hubo otros hechos relevantes?
"Cuando estudió en la Escuela de Pilotines, en Coquimbo, reprobó una asignatura que se llama Maniobras, que en términos coloquiales manejar el buque. Él es símbolo de resiliencia, cómo superó esa adversidad. No solo la superó, sino que tan bien que hay un relato histórico donde el Piloto Pardo, al reabastecer el faro Evangelista, uno queda a mitad de canal, con embarcaciones, él se atracó a la roca, se amarró a esta, para hacer más fácil la maniobra de reabastecer. Revisando la historia, sólo dos en la marina de Chile lo han hecho. Y uno fue el Piloto Pardo. Esto habla de la destreza marinera, que no se nace, sino que se cultiva y con mucho esfuerzo se va adquiriendo. Él estudió 3 años en la marina mercante, egresó en 1903; trabajó 3 años en la marina mercante. Entre 1906 y 1919 sirvió a la Armada de Chile. Esta hazaña ocurrió en 1916, ya casi al término de su carrera".
¿Por qué no sabemos tanto del Piloto Pardo?
"Lamentablemente, tenemos un problema: leemos muy poco. Y como no leemos, no sabemos lo que ocurre. Nos quedamos con lo cotidiano, sin ir a preguntarnos por qué ocurrió esto, o vamos por una calle y vemos un nombre y no nos surge la curiosidad de saber quién fue esa persona. En esa conversación buscamos sembrar esa semilla, esa inquietud, un chispazo de luz de que hay un tesoro por descubrir".
Usted habla de similitudes con Arturo Prat ¿Cuáles son?
"Aquí hay varias coincidencias: el Combate Naval de Iquique fue un miércoles, el rescate del Piloto Pardo también. El Piloto Pardo era comandante del Yáñez y tiene que ir al Yelcho porque el comandante se enferma. Arturo Prat llega con la Covadonga a Iquique y lo transbordan a la Esmeralda para que se haga cargo del bloqueo con la Covadonga. Está el tema de la integridad. El Piloto Pardo recibe un cheque de 25 mil libras y dice que no le corresponde. Esas hoy son 1.800 millones de pesos. La vida le habría cambiado. Arturo Prat, lo que no consume, lo retorna. También está el tema del deber humanitario. Prat, con la Covadonga en Iquique, la instrucción es no bombardear la población civil. Lo que mueve al Piloto Pardo es el deber humanitario de las 22 vidas".