Huachipatinos viven entre la incertidumbre y la esperanza
Trabajadores están atentos a la presentación de las apelaciones a lo decretado por la Comisión Antidistorsiones.
Han pasado 16 días desde que el directorio de CAP anunciara que en un plazo de 90 días se concretaría el cierre indefinido de las operaciones de la Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH), una situación que genera profunda preocupación entre los trabajadores que han protagonizado una serie de manifestaciones y reuniones que reflejan su postura frente a dicha determinación.
Hasta mañana jueves, la CSH y Molycop tienen plazo para apelar a la decisión de la Comisión Antidistorsiones. De no recibir los porcentajes de sobretasas al acero chino solicitados, quedarían poco más de 80 días para el cierre definitivo de la CSH.
"Efectivamente, no es fácil llevar día a día la incertidumbre de qué es lo que va a pasar. La comisión tiene tiempos para poder pronunciarse a favor o en contra, pero esos son los tiempos que hoy se nos van agotando, entonces, es obvio que el ánimo baje", señaló René Vidal, operador de horno en laminador de barras rectas.
"Disminuye mucho la moral del trabajador, porque cuando se nos dice que son tres meses de operación y, luego viene el cierre, uno ve que ya tenemos quemado casi un mes y no hay avances", agregó.
"La situación se ha vuelto difícil, porque estamos estancados. Desde hace ocho meses, cuando comienza todo esto, teníamos toda la disponibilidad de las autoridades, y a pesar de que la seguimos teniendo, vemos que esto no avanza, porque la decisión no depende de voluntades, sino de otros estamentos", complementó.
Vidal sentenció que "es desalentador saber que posterior al cierre de Huachipato, vamos a estar desempleados. Es complicado el momento que se está viviendo. Uno ya puede ver en la cara de los compañeros esa inquietud. Proyectarse hoy sin Huachipato es complejo".
Preocupación
"La incertidumbre y preocupación sigue en nosotros, pero hay una luz de esperanza que es la apelación de la empresa y que el gobierno cumpla de una vez lo que prometió", afirmó Carlos Toro, trabajador huachipatino.
"La movilizaciones han venido a ser el desahogo que sienten los compañeros, la desilusión frente al tema. Si esto hubiese sido en Santiago, tendría más importancia, pero se nota que no se preocupan de la regiones", aseguró.
"Nosotros seguiremos en la lucha. Acá hay gente de esfuerzo que ha sacado a su familia adelante por décadas. Estamos ilusionados con que la empresa dijo que haría el esfuerzo de apelar y eso se agradece", comentó.
Bajo la misma línea, Elena Escalona, encargada comercial, sostuvo que "los ánimos siguen bajos, más aún cuando no se ven resultados positivos para nosotros. Pero tenemos la esperanza y fe de que podemos cambiar la decisión del cierre de la planta".
"Tenemos claro que si la empresa no logra el 25% que necesita para el acero va a cerrar. No podemos bajar los brazos, independiente de lo que estemos sintiendo, debemos seguir luchando por nuestra fuente de trabajo", dijo.
Bajo la misma línea, Mauricio Avendaño, administrador de plataformas de la empresa, comentó que "seguimos como en una nebulosa, nada está claro, nadie entrega información clara de lo que está pasando".
"La gente le está poniendo ganas a las movilizaciones, pero no se nota por parte de los dueños las ganas de querer ayudar. Muchas veces bajan las fuerzas, sobre todo, tras ver que las autoridades no cooperan", complementó.
"El desempleo en el Biobío sigue y será más con nosotros. No se ve que este gobierno esté impulsando un crecimiento de nuevas empresas, solo trabajos apuntados a las obras viales, por lo tanto hay desmotivación", cerró.
"La incertidumbre y preocupación sigue en nosotros, pero hay una luz de esperanza que es la apelación".
Carlos Toro, trabajador, de Huachipato